La organización de las Elecciones Generales del 23 de julio estuvo atravesada por el verano, las vacaciones y las prisas del adelanto electoral. Después de que Pedro Sánchez anunciara el 29 de mayo la cercana fecha de los nuevos comicios, la Junta Electoral activó todos sus organismos para llegar a tiempo a las urnas. Sin embargo, las vacaciones y el contexto de los españoles fueron una traba para la composición de las mesas electorales y, hasta el último día antes de las elecciones, la Junta Electoral aun estaba convocando a nuevos presidentes, vocales y suplentes para ejecutar la conocida «fiesta de la democracia». Esta anomalía en el proceso de selección ha supuesto que este organismo haya respondido a las solicitudes de excusas cuando ya se habían celebrado los comicios.
Las juntas electorales de zona tuvieron que pasar por encima de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General para salvar los puestos de las mesas electorales. En este sentido, La LOREG establece que, tras la realización del sorteo que atribuye la obligación de regentar las mesas electorales, es una designación que «debe ser notificada a los interesados en el plazo de tres días». Sin embargo, la administración se encontró con la situación anómala de recibir un alto número de excusas, cuestión que obligó al Estado a formalizar en el Boletín Oficial del Estado del 29 de junio una aclaración de los nuevos motivos que podrían justificar la ausencia en la mesa electoral y que incluyera una variedad de realidades que no se habían dado en elecciones anteriores.
Así, el Ayuntamiento de Madrid informó el 13 de julio de que a pesar de haber enviado inicialmente «las 31.302 notificaciones a los designados inicialmente como miembro de mesa», también tuvieron que enviar «15.529 designaciones adicionales para cubrir a los excusados y las notificaciones fallidas hasta el momento». Este hecho fue consecuencia de que de las más de 10.000 excusas presentadas, las juntas electorales de la capital admitieron como válidas 8.512, ya que todo ciudadano tiene este derecho de solicitar las excusas durante las 72 horas siguientes a recibir la solicitud, incluso los que fueron convocados a las mesas electorales el día antes de las elecciones.
El derecho a Excusa pone en «jaque» a la LOREG
Cualquier persona que haya sido seleccionada para acudir a la mesa electoral puede presentar una solicitud en la que explicar los impedimentos y las excusas por las que no podrá formar parte de la mesa. Es a este derecho al que se acogió Elena (nombre ficticio) cuando recibió el miércoles 19 de julio la obligatoriedad de ser vocal segunda de una mesa del distrito donde está empadronada. Al día siguiente presentó de manera electrónica la solicitud de excusa correspondiente ligada a cuestiones laborales, sabiendo que la respuesta de la Junta Electoral de Zona no llegaría a tiempo.
Elena asegura que «lo sabía» porque en la misma carta de notificación, se afirma tanto el derecho de solicitud como el de respuesta por parte del órgano electoral. En este sentido, la convocatoria avisa de que la Junta Electoral de Zona tenía hasta siete días para dar una respuesta a la solicitud de excusa por correo postal. Sin embargo, son unos plazos establecidos por la misma LOREG a una convocatoria inicial, una Ley que no plantea la situación de ser llamado a mesa cuatro días antes de la cita electoral. Así lo considera Elena, quien asistió a su citación el 23J a falta de respuesta de la Junta Electoral.
La Junta Electoral admite la excusa y la notifica después del 23J
El lunes 24 de julio, Elena comenta a este periódico que «daba por hecho» que no iba a recibir la respuesta de su solicitud: «habían pasado las elecciones y había acudido a la mesa, teniendo que ausentarme de mi trabajo», por lo que «no esperaba que la Junta Electoral de Madrid llegara a responder». Sin embargo, el miércoles 26 de julio llegó a su casa una notificación postal informando de que su excusa había sido admitida y por tanto «no tendrá que acudir a la mesa electoral». En esta carta, tal y como ha podido comprobar Moncloa.com, no figura la fecha en la que se decidió esta resolución.
A pesar de no estar fechada, la realidad es que Elena recibió este correo ordinario fuera del periodo electoral, lo que muestra que la Junta Electoral no ha contado con la organización suficiente para prever que un ciudadano avisado de forma urgente para acudir a la mesa electoral, pudiera presentar sus excusas y darle una respuesta antes de que se celebraran los comicios, ya que los siete días con los que cuenta la administración para responder no encajaban en los tiempos electorales de estas pasadas Elecciones Generales.
