Las pensiones son una de las asignaturas troncales en campaña electoral y una asignatura pendiente de reforma para poder enderezar el sistema y que deje de ser un reguero de gasto. En concreto, la partida para sufragar las nóminas de jubilados y otros pensionistas alcanza el 41% del total de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), hasta suponer casi de 190.700 millones de euros este año.
Las sucesivas reformas de las pensiones no han funcionando y tensionan aún más a un sistema más parecido a un esquema piramidal –los últimos en entrar pagan a los primeros en salir– que a una eficaz y sostenible estructura. Desde el sector privado apuntan a la insostenibilidad del sistema, mientras los partidos políticos se empeñan en ganarse el favor de los cerca de 10 millones de votos. Ni PSOE ni PP han alcanzado acuerdos de calado para dejar de poner la losa en los trabajadores del sector privado, que al mismo tiempo también sostienen al funcionario público, cuyo salario se ha revalorizado cerca de un 20% más que el sueldo del sector privado en la última legislatura.
«Habrá recorte de pensiones», afirman fuentes economistas conocedoras del sistema. «Es una medida impopular, pero no es sostenible una revalorización», han considerado. Según explican, «el Estado ha puesto todo el peso en el sector privado, hasta exprimirlo. Si continúan las subidas, las grandes fortunas marcharán de España y serán los trabajadores quienes soporten todas las subidas de salarios públicos y las propias pensiones. La vaca se está secando y la deuda es un síntoma de ello».
EL PSOE INFLA LA DEUDA Y LA RECAUDACIÓN, PERO DEJA ABIERTA LA PUERTA A UNA REBAJA DE LAS PENSIONES
El asunto de las pensiones ha sido objeto de todo tipo de mentiras, desmentidos y rectificaciones durante esta campaña electoral. Por un lado, el PSOE de Pedro Sánchez acusó al PP de no revalorizar las pensiones acorde al IPC, pero los propios socialistas negaron que fueran el único Gobierno en la Democracia que las congelaron, como hizo el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en plena crisis hipotecaria, financiera y social.
El propio líder del PSOE de hace más de una década aseguró que en España crecían «brotes verdes» y que la economía española estaba en la «Champions League». Su pupilo, Pedro Sánchez, afirma ahora que la economía española «va como una moto», mientras millones de familias hacen números para llegar a fin de mes con las facturas incluidas.
En esta campaña electoral, el PSOE esconde una incómoda realidad para los millones de pensionistas. La última reforma aprobada por José Luis Escrivá, ministro de la Seguridad Social, deja la puerta abierta a una «reducción del gasto en pensiones» en caso de necesidad.
En concreto, según el BOE, esta bajada del gasto en pensiones apunta a tres posibles escenarios detectados a través de un informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). En este sentido, se mide el impacto en función de los ingresos y el PIB.
LA AIREF TENDRÁ LA PALABRA SOBRE LAS PENSIONES, PERO EL GOBIERNO LA EJECUTARÁ
De esta forma y a partir de marzo de 2025, la AIReF publicará su informe de evaluación cada tres años con las proyecciones del impacto estimado de las medidas adoptadas a partir de 2020 para fortalecer los ingresos del sistema público de pensiones en el periodo 2022-2050 y calculará el impacto medio anual de estas medidas en porcentaje del PIB para este periodo, utilizando los mismos supuestos macroeconómicos y demográficos del último Informe de Envejecimiento publicado por la Comisión Europea.
Si el impacto anual medio de las medidas de ingresos es igual al 1,7% del PIB, la AIReF comprobará que el gasto medio bruto público en pensiones en el periodo 2022-2050 del último Informe de Envejecimiento no supere el 15% del PIB.
Si el impacto anual medio de las medidas de ingresos es superior al 1,7% del PIB, la AIReF comprobará que el gasto medio bruto público en pensiones en el periodo 2022-2050 del último Informe de Envejecimiento no supere el 15% del PIB más la diferencia entre el impacto medio anual estimado de las medidas y 1,7%.
Si el impacto anual medio de las medidas de ingresos es inferior al 1,% del PIB, la AIReF comprobará que el gasto medio bruto público en pensiones en el periodo 2022-2050 del último Informe de Envejecimiento no supere el 15% del PIB menos la diferencia entre el impacto medio anual estimado de las medidas y 1,7%.
LA FÓRMULA DE ESCRIVÁ: REDUCIR LAS PENSIONES O PONER MÁS PRESIÓN FISCAL
De esta forma, el Ejecutivo iniciará una negociación con los sindicatos UGT y CC OO para enviar una propuesta a la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo con el fin de corregir el exceso de gasto «de forma equilibrada». Las propuestas pasan por cubrir esta brecha con un incremento de las cotizaciones sociales o bien incrementar los ingresos públicos con otras medidas, es decir, subidas de impuestos. La última opción contemplada es reducir el gasto de las pensiones en ese mismo porcentaje del PIB o bien una combinación entre ambas, es decir, recortes y subidas de impuestos.
En este sentido, el Gobierno tendrá que comunicar una de estas situaciones en el plazo de un mes si se produce alguna de estas situaciones. En su solicitud, «el Gobierno identificará un conjunto amplio de posibles medidas para eliminar el exceso de gasto neto en pensiones estimado por la AIReF», destaca el decreto.
LA ÚLTIMA MENTIRA DEL PSOE SOBRE LAS PENSIONES
Con estos escenarios, las pensiones podrían sufrir la temida tijera, a pesar de que el PP y el PSOE se empeñen en lo contrario. Los enredos sobre quien revaloriza más las pensiones o quien las recorta.
El PP insiste en revalorizar las pensiones en función de la variación del IPC, como el PSOE. La diferencia entre ambos es que los ‘populares’ apuestan por una bajada de impuestos, mientras que los socialistas abogan por una mayor subida, cargando sobre la clase media el grueso de la recaudación fiscal. Para desmentir una mentira más del PSOE, el PP revalorizó las pensiones todos los años durante los Gobiernos de Mariano Rajoy. El único que las congeló fue el PSOE.
