Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y Alejandro Fernández dejan una buena dosis de optimismo en Barcelona en todos los ámbitos. La plana mayor del PP se movilizó con la sociedad civil catalana para mostrar su rotundo rechazo a la amnistía y, además, no dar ni un solo paso atrás en su lucha para rebatir el relato del PSOE y su supuesta vuelta a la «convivencia» en Cataluña.
Los ‘populares’ hacen borrón y cuenta nueva a la hora de abordar la difícil situación política, con un PSOE decidido a otorgar la medida de gracia a los separatistas con el apoyo de 57 diputados –Sumar, PNV, Bildu, ERC y Junts-, todos ellos con el común acuerdo de desestabilizar el Estado a base de obtener una mayor autonomía.
Con este plan, el PSOE muestra así una apuesta decidida para mantener La Moncloa a toda costa, incluso tratando de tejer alianzas con los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, que abrazaron en su día el ideario separatista con un apoyo incondicional al referéndum. No obstante, la propia izquierda moderada, la que busca el consenso y otras vías alternativas a los pactos con los independentistas también se moviliza por primera vez en contra de su propio partido.
FEIJÓO SALE ARROPADO Y REFORZADO PARA FRENAR LA AMNISTÍA
Entre ellos, el exconsejero delegado de Prisa Juan Luis Cebrián, con un durísimo artículo en El País; Cándido Méndez, quien lideró UGT durante décadas, ha puesto en evidencia al presidente del Gobierno en funciones en horario de máxima audiencia matinal; mientras Felipe González, Alfonso Guerra, Joaquín Leguina y Tomás Gómez también emprenden su guerra abierta con el PSOE de Sánchez, Santos Cerdán y Salvador Illa, quien a la chita callando -y mandando callar a quien ose criticar la amnistía- se ha incluido ‘in extremis’ en las negociaciones con el prófugo de Waterloo, Carles Puigdemont.
Ante estos acuerdos, los ‘populares’, liderados por Feijóo en España, por Ayuso en Madrid y por Alejandro Fernández en Cataluña, han salido en tromba para tumbar el relato de todos los ministros en funciones, así como del presidente del Gobierno en funciones. La iniciativa, además, ha gustado entre los empresarios cuestionados por MONCLOA, así como en gran parte de la sociedad civil, que vuelve a despertar de un letargo forzado por la amnesia del PSC.
FEIJÓO, UN DIQUE DE CONTENCIÓN ANTE EL DESAFÍO
Los socialistas catalanes han provocado una aireada reacción en las calles y en los círculos empresariales. «¿Dar una amnistía a Puigdemont? ¿Es esa la solución? ¿Qué se soluciona?», reflexionan las fuentes preguntadas. La prudencia en unos se transforma en la necesidad de hablar alto y claro para otros. «Nos vendieron los indultos como la solución, muchos empresarios aplaudimos la decisión, pero la amnistía es otra cosa y más cuando han asegurado que lo volverán a hacer», ahonda otra fuente.
No obstante, las voces son contrapuestas y según a quién se pregunte las respuestas son diametralmente opuestas. «Nunca debió judicializarse este conflicto», han señalado otros empresarios, que consideran que la amnistía permitiría otorgar un nuevo punto de partida. «Con Pedro Sánchez se puede dialogar, pero mejor no ponerse en su contra», advierten.
No fue una España contra Cataluña, sino de quienes cumplen la ley contra quienes las incumplen
En las calles de Barcelona, la situación también cambia. Hay quien llega a apuntar al Rey Felipe VI «como parte y cómplice» de la nueva escalada independentista en Cataluña, mientras que otros consideran que la nueva ofensiva de Feijóo ha hecho más mella en Vox que en el PSOE. «Han tomado la iniciativa, en las calles, los Parlamentos y en los tribunales», han señalado.
En este sentido, creen que la labor de Feijóo hace olvidar la estrategia de Pablo Casado, quien se rodeó de consejeros nacionalistas para asesorarse a la hora de conocer los entresijos de la situación. De hecho, Casado llegó a asegurar que la movilización de los 10.000 agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil desplegados para hacer frente al referéndum del 1-O fue un error.
EL OPTIMISMO EMPRESARIAL Y LA VÍA MUERTA DE UNA ABSTENCIÓN
Feijóo ha dejado un aura de optimismo, como si las pilas se recargaran cuando habla en Cataluña o en Barcelona, una ciudad que siempre le ha acogido amablemente. Lo hizo en el encuentro de los empresarios gallegos el pasado año y repite en la manifestación de Sociedad Civil Catalana. Eso sí, los consejeros cambian y se reúne con las personas cercanas al PSC, quien lleva la voz cantante y el perfil bajo en estas negociaciones con Carles Puigdemont.
Feijóo se ha dejado aconsejar por un buen y nutrido grupo de ‘populares’ catalanes, como también por afines al PSC. La arenga se centra en una abstención histórica del PP para permitir gobernar al PSOE sin necesidad de los independentistas de Junts y ERC. La vía alternativa es «impracticable», apuntan fuentes conocedoras de estas conversaciones y no porque los ‘populares’ no estén dispuestos ante la honda preocupación de una ruptura total de España, sino porque el PSOE ha cerrado la puerta a cualquier negociación con los ‘populares’.
«Cuando no te dejan hablar es mejor irse por donde se ha venido», reflexionan. De hecho, muestra de ello es la principal lectura que se saca de la manifestación de este pasado domingo. «No fue una España contra Cataluña, sino de quienes cumplen la ley contra quienes las incumplen», afirman.
TENSIONES Y RUIDOSOS SILENCIOS POR LA AMNISTÍA
De hecho, una buena muestra de las tensiones por la amnistía es que los empresarios catalanes, aquellos que aplaudieron a rabiar los indultos a los líderes independentistas, vuelven a mantener el silencio de antaño.
Desde el PSC e incluso del aparato de Junts se insta a Feijóo a abrir nuevas vías, una posibilidad que se deja abierta con la candidatura de Pedro Sánchez, pero los ‘populares’ de base se oponen por completo, según ha podido conocer este medio. Los socialistas controlan ahora todos los ámbitos del ‘establishment’, con un gobierno de la Generalitat en la sombra, haciendo y deshaciendo, como ocurre en TV3.
De momento, Feijóo mantendrá la línea seguida hasta ahora, con un rechazo absoluto a cualquier negociación con Junts, así como a la amnistía, que llevará al Tribunal Constitucional en caso de aprobarse.
