Grupos de fascistas y neonazis, algunos de ellos con estrechos vínculos con mafias y el narcotráfico, se dan cita en Madrid con el objetivo de reventar las marchas contra la amnistía. La Policía Nacional les vigila, pero no actúa contra ninguno de sus miembros, a pesar de conocer sus fines entre la multitud de manifestantes pacíficos que reprochan a Ferraz sus pactos con los independentistas.
Estos grupos, ataviados con pasamontañas, ropa deportiva -hay que arrojar adoquines con banderas sin corona o con la cruz de San Andrés, carteles alarmantes en defensa de España -‘La Constitución también muestran sus mensajes contrarios a la Constitución, a la que culpan del origen de todos los males de la Democracia. Su anhelo es volver a respirar los aires de gloria del pasado, con homenajes a José Antonio Primo de Rivera y Ramiro Ledesma; Adolf Hitler y Benito Mussolini. Franco, por su parte, es considerado un «traidor» por casi todos estos grupos.
Los miembros se distinguen por la estética neonazi del pasado, cambiando las habituales botas de punta de acero por zapatillas para correr más cómodos ante el despliegue policial, tal y como se aprecia en numerosos vídeos publicados en redes sociales. Por norma general, ocupan los primeros puestos de la línea de las manifestaciones, junto a las vallas perfectamente trianguladas por los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP).
CARGAS PREVENTIVAS, LA ÚLTIMA ORDEN DE MARÍN
La orden de los agentes es cargar y lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes para disolver rápidamente la congregación. «Son cargas preventivas», según apuntan fuentes policiales a este medio. El mandato no viene en ningún reglamento de la UIP, sino de la Delegación del Gobierno en Madrid, dirigida por Manuel Martín, cuyas decisiones han provocado una aireada reacción por parte de los sindicatos de la Policía Nacional. Estos funcionarios han exigido el cese o dimisión inmediata por ordenar el uso de gases lacrimógenos, utilizados en la mitad de las concentraciones registradas desde la semana pasada.
Miles de personas, de toda edad, se han sumado a estas manifestaciones. Padres con hijos, ancianos, jubilados, jóvenes… Todos ellos convocados de forma anónima a través de redes sociales. A las mismas, diversos grupos políticos e ‘influencers’ también han respaldado la «movilización permanente». Otros, realizan su llegada a las inmediaciones de Ferraz como si de una columna militar se tratara, cortando el tráfico a su paso hasta llegar a su destino.
Allí espera apostada la UIP, preparada para mantener el orden y la ley. Son policías que protestan también contra Interior por la falta de un acuerdo por la equiparación salarial, pero también manifiestan su repulsa a entregar la amnistía a quienes desafiaron al Estado de Derecho y fueron condenados por el Tribunal Supremo. Algunos de ellos se desplegaron en las calles de Barcelona en 2017 y en 2019, pero en la Ciudad Condal las órdenes de la Delegación del Gobierno y de las instituciones fueron otras. Estas manifestaciones espontáneas y difundidas por redes sociales ante las sedes del PSOE se han sumado como forma de protesta.
NEONAZIS DE ULTRA SUR
Los grupos identificados por las Brigadas de Información de la Policía Nacional señala a los partidos políticos de Falange, Democracia Nacional y España 2000, quienes apuestan por llevar a sus miembros a primera línea. Otros grupos de ideología similar son más peligrosos, como exmiembros del extinguido Bastión Frontal, Hacer Nación, Juventudes Canillejas, Ultra Sur y Outlaw Madrid.
Mañana todos a Ferraz
Bastión Frontal nace durante la pandemia, tras albergar los restos de Hogar Social Madrid. Este grupo «cerró su etapa» el 31 de diciembre de 2022, con agradecimientos por ayudar a las familias en situación precaria, una labor que ejercía Hogar Social, pero con únicamente con españoles.
No obstante, alguno de los miembros con acceso a las redes del grupo ultra ha hecho uso de las mismas para movilizar a los suyos en las protestas contra la amnistía, según indican fuentes solventes a MONCLOA. Un único y escueto mensaje fue escrito casi un año después: «Mañana todos a Ferraz». Sin embargo, quien fuera su jefe se desentiende por completo del mismo, tal y como ha publicado en redes.
Outlaw Madrid, los forajidos neonazis, son sin duda los más peligrosos de estos grupos por sus buenas relaciones internacionales. De hecho, uno de sus miembros más destacados fue detenido por narcotráfico. En un inicio nace como una escisión de los Ultra Sur para quitar a los entonces líderes, Álvaro Cadenas y José Luis Ochaita, y colocarse ellos al frente.
EL LÍDER DE ULTRASUR, EXPULSADO DEL FRENTE ATLÉTICO
Con el objetivo cumplido, los Ultra Sur son ahora un grupo neonazi peligroso que también está presente en los altercados de Madrid. Su actual jefe, Antonio Menéndez Mories, acudió a dependencias judiciales para entregarse de forma voluntaria en un operativo contra el narcotráfico al conocer que podrían vincularle con las pesquisas. El juez Santiago Pedraz le dejó en libertad.
Las fuentes consultadas apuntan que no le gusta el fútbol y fue expulsado del Frente Atlético antes de recalar en el Bernabéu
Las fuentes consultadas apuntan que no le gusta el fútbol y fue expulsado del Frente Atlético antes de recalar en el Bernabéu. Entre los delitos que pesan sobre él se encuentran posesión ilegal de armas, apuñalamiento y el narcotráfico, entre varias decenas de delitos más. En este mismo grupo estuvo el hermano de la que fuera vicealcaldesa de Madrid, Borja Villacís.
Otros grupos conocidos y asentados en Madrid son las Juventudes Canillejas, neonazis que se dieron a conocer a finales de la ‘época dorada’ de los skins y llamados a ser el relevo de quienes no aguantaban el ritmo de las palizas dadas a inmigrantes, prostitutas y sin techo por las calles de Madrid durante los años 80 y 90.
JUVENTUDES CANILLEJAS, CON UN HISTÓRICO FUERA DE MADRID
Alumnos de los neonazis, cogieron los mismos hábitos del camino de la violencia y del racismo, sus principales objetivos pasaban por agrandar la base, con jóvenes con problemas sociales, de identidad y maleables, eso sí sin temor a las consecuencias legales. El grupo se ha nutrido de veteranos neonazis y jóvenes con ganas de bronca diaria, una espiral de difícil salida. Entre ellos se encuentra Alberto Ayala, un histórico de la extrema derecha neonazi en España y quien reside fuera de la capital. Ahora, buscan a sus adeptos en gimnasios, aunque también, los menos, en los campos de fútbol de Madrid y otras provincias.
Hacer Nación ha estado muy presente en las protestas contra la amnistía. Bajo el lema ‘España no paga traidores‘, decenas de ellos han acudido a Ferraz y sus inmediaciones, pero sus miembros más activos han sido detenidos e identificados por la Policía Nacional. De hecho, está recaudando fondos para continuar con la movilización y sufragar los gastos de defensa tras la denuncia policial. Este mismo grupo muestra en su perfil una modificación del símbolo del PSOE, con una pistola en vez de una rosa.
