lunes, 14 julio 2025

El sencillísimo truco, revelado por la ciencia, para no pasar nada de frío

El invierno ha llegado con su frío penetrante, y toca hacer todo lo posible por pasar una estación agradable y lo más cálida posible. El problema es que muchos consejos para mantenerse caliente durante los meses de frío pasan por alto un detalle esencial: la necesidad de salir al exterior y enfrentar las bajas temperaturas. Por ello, exploraremos minuciosamente cómo aprovechar la ciencia de la termorregulación para mantener el cuerpo, especialmente las manos y los pies, confortablemente cálidos incluso en pleno invierno.

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CALENTAR LAS MANOS

Cuando se trata de las manos, aplicando la misma lógica de buscar soluciones simples pero eficaces para mantener el calor, se recomienda en primer lugar el uso de guantes (o mitones si necesitas las yemas de los dedos). El material, ya sea lana, cuero o sintético y aislante, es secundario; lo crucial es evitar que se mojen, ya que en condiciones frías, la humedad puede romper el aislamiento y provocar un enfriamiento.

Además, es crucial reducir al mínimo los espacios entre los guantes y el resto de la ropa, no solo por la piel expuesta, sino también porque esta abertura puede provocar pérdida de calor en la mano y el brazo. Esta consideración es especialmente relevante dado que los guantes no deben ajustarse en exceso. Dado que la mano es altamente móvil, es preferible que haya cierta holgura para evitar que la capa de aire caliente se escape del guante debido a la presión generada por el movimiento.

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