Las galletas de avena son un clásico de todos los hogares que nos recuerda a la cocina de la abuela. Esta tradicional receta se ha transmitido de generación en generación, que se disfruta como un bocadillo delicioso y reconfortable en cualquier momento del día, ya sea acompañando una taza de té o café, como merienda o simplemente como un dulce antojo. Además, su relativa facilidad de preparación y los ingredientes básicos que suelen requerir las hacen una opción popular para hornear en casa.
La avena, un cereal rico en fibra y nutrientes, es el ingrediente principal que le otorga a estas galletas su característico sabor y textura. Estas galletas suelen tener una textura crujiente por fuera y un interior más suave y tierno. Se elaboran principalmente con harina de avena, a menudo combinada con harina de trigo, azúcar, mantequilla y huevos. A menudo se aromatizan con vainilla, canela u otras especias, y se pueden agregar ingredientes adicionales como nueces, pasas, chips de chocolate, o frutas secas para darles más sabor y variedad. Veamos los 5 pasos para prepararlas.
Galletas de avena para que queden como de la abuela
El primer paso clave en la preparación de estas galletas de avena al estilo de la abuela es mezclar todos los ingredientes. En un bol grande, combina la harina, ya sea de trigo o de avena según tu preferencia, junto con el azúcar de tu elección: blanco, moreno o incluso panela para un toque más auténtico. Si tienes un robot mezclador, es perfecto, pero si no, una espátula funcionará igual de bien para formar una pasta homogénea con todos los ingredientes.
El siguiente paso es preparar la bandeja del horno, cubriéndola con papel sulfurizado o vegetal. Luego, con las manos, forma pequeñas bolas de masa y aplánalas para dar forma a las galletas. Un truco para asegurarte de obtener una textura crujiente es no hacerlas demasiado gruesas. Este paso sencillo, pero importante, contribuirá al resultado final de tus galletas de avena.
Horneado y cómo conservarlas durante un tiempo
Una vez que hayas formado todas las galletas, es hora de llevarlas al horno precalentado a 200 °C con calor arriba y abajo, utilizando la función de ventilador si tu horno lo tiene. Hornea las galletas durante unos 10 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas. El punto óptimo es cuando están apenas tostadas, no demasiado. Este tiempo y temperatura garantizarán que tus galletas de avena tengan la textura perfecta.
Finalmente, una vez que las galletas estén listas, retíralas del horno y déjalas enfriar. Una vez frías, guárdalas en una caja o bote hermético para mantener su frescura y crujiente. Estas delicias caseras pueden durar hasta tres días. Con ingredientes simples y pasos sencillos, podrás recrear el encanto de estas galletas clásicas de la abuela en tu propia cocina.