Pere Aragonès expulsa a Roger Torrent y allana la vía del pacto con el PSC

Pere Aragonès ha optado por la expulsión de Roger Torrent del Parlament, la misma institución que llegó a presidir. El actual presidente de la Generalitat en funciones ha preferido acallar las diferencias con Torrent, su principal adversario durante la guerra desatada para sustituir a Oriol Junqueras en 2019, relegándole únicamente a la Consejería de Empresa.

Torrent controla la Cataluña interior, especialmente en la provincia de Girona, frente a la influencia de Pere Aragonès en Barcelona y su Área Metropolitana. Torrent enseñó los dientes en 2019 y es ahora cuando Pere Aragonès le ha asestado su particular golpe, todo por mantener el asiento asegurado. De poco sirven las explicaciones del candidato de ERC a las elecciones del 12-M, más cuando su posición en una hipotética negociación con el PSC para conservar asientos en la Generalitat se debilita con cada encuesta.

De hecho, Pere Aragonès ha decidido prescindir prácticamente a la mitad de sus consejeros y asegura que cuenta con Torrent para la Consejería de Empresa, pero todo dependerá del resultado electoral y la posterior y durísima negociación con los socialistas e incluso con Junts, si finalmente hay golpe de efecto de Puigdemont.

EL NUEVO MOVIMIENTO DE ARAGONÈS AVIVA EL CISMA

Numerosas fuentes políticas consultadas apuntan al estratégico adelanto electoral de Pere Aragonès como un acierto. Entonces, el PP no tenía candidato, Ciudadanos frenaba la desbandada, mientras el PSC tendría que explicar la amnistía a sus propios votantes, y Junts tampoco tenía un candidato plausible.

La Cataluña del ‘no’ a todo debe acabarse

Las diferencias entre Torrent y Aragonès, así como en las dos principales almas de ERC, se centraban en el rechazo a Pedro Sánchez. El ala dura de los republicanos defendía un no a la investidura de Pedro Sánchez, entre ellos, el propio Torrent, Sergi Sabrià, Marta Vilalta y otros consejeros del Gobierno catalán. Frente a ellos, el ala pragmática, autonomista y pactista de Aragonès, que tiene ahora la vía libre para cerrar el pacto en el Ayuntamiento de Barcelona y también en la Generalitat, si los números con el PSC de Salvador Illa cuadrasen.

El Rey llega al Mobile sin que le reciba Aragonès
El Rey llega al Mobile sin que le reciba Aragonès

Junto a Torrent, Aragonès ha expulsado a Natàlia Mas Guix (Economía), Anna Simó (Educación), David Mascort (Acción Climática), Natàlia Garriga (Cultura), Meritxell Serret (Exteriores) ni la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, en plena guerra con los sindicatos de prisiones, quienes han exigido la dimisión o cese.

ARAGONÈS SIGUE CON EL PRAGMATISMO DE JUNQUERAS

«La Cataluña del ‘no’ a todo debe acabarse», apuntan fuentes de ERC a MONCLOA. Las mismas fuentes señalan que Aragonès mantiene «muy vivo» el camino para conseguir la independencia, pero puntualizan la necesidad de llegar a acuerdos con el Gobierno de España y con el PSC para conseguir la mejor forma de conseguir la independencia, un «objetivo inamovible». De hecho, las mismas fuentes recuerdan que Esquerra Republicana era independentista antes del procés, tal y como se mostró en el tripartito de 2006.

Todos estos nombres que aparta ahora Aragonès se han mostrado en contra de los pactos con el PSC. A su juicio, las concesiones realizadas desde el independentismo a los socialistas de Pedro Sánchez y Salvador Illa no han hecho más que perder votos. Lejos de ponerse de perfil, Aragonès esquiva así una negociación con críticas internas, donde todos los diputados muestren su lealtad al líder, sin olvidar que habría un asiento destacado a Oriol Junqueras en caso de volver a la primera línea política si finalmente se aprueba la amnistía.

Aragonès no ha tenido miramientos a la hora de expulsar del Parlament a reconocidos nombres. Lejos queda aquel joven que fue en un Volkswagen Polo para visitar las sedes locales de la militancia, como también cuando se llegó a encadenar en la sede de Cope por sus críticas a los independentistas.

La hora de los debates se ha acabado, como también los movimientos del ala dura. Aragonès, el presidente más joven de la Generalitat, muestra así una baza que podría volver a resultar un fracaso. Según los sondeos, el trasvase de votos de ERC al PSC podría llegar entre el 20% y el 30%. De hecho, el PPC de Alejandro Fernández llegó a superar a los republicanos en las pasadas elecciones generales del 23-J.

Por otro lado, Aragonès también se ha cubierto las espaldas con el debate liderado por Marta Rovira. La exdirigente de ERC reside en Suiza y espera aún la amnistía para regresar a Cataluña. Lejos de mantener un tono conciliador, Rovira apuesta por la confrontación para conseguir la independencia de Cataluña.

Además, Aragonès tratará de arrancar al PSC y al PSOE el cumplimiento de los acuerdos. Si finalmente llega al pacto con el PSC, la presión desde una posición más débil corre el riesgo de ser una de las peores armas para la estabilidad, haciendo que Cataluña no sea gobernable.