ERC y el PSOE ponen la alfombra al cupo catalán: «Queremos la llave y la caja»

Pere Aragonès y Oriol Junqueras vuelven a la casilla de salida del ‘procés‘, el inicio del órdago independentista y lo hacen en un momento clave para Cataluña y el futuro de España. Los republicanos de ERC exigen el cumplimiento del «pacto de investidura» al PSOE con la misma exigencia que llegaron a firmar CiU y el PSC en 2012.

Aquel acuerdo estipuló las bases para la financiación singular en Cataluña, denominado entonces como el pacto fiscal, bajo el argumento de una infrafinanciación en Cataluña. Poco después y tras el rechazo del Gobierno de Mariano Rajoy, todo estalló por los aires y se inició toda la deriva separatista, con consecuencias desastrosas para la economía catalana. Por el momento, el Gobierno estudia la posibilidad de ceder, al menos en parte, en la nueva negociación, pero no descartan «dar mejoras a Cataluña», según señalan las fuentes consultadas.

La amnistía era un paso imprescindible, como también la financiación singular

La exigencia de CiU, como ahora la de ERC, pasaba por tener una Agencia Tributaria propia, una Hacienda autonómica que gestione y recaude todos los impuestos abonados en Cataluña para controlar un total de 52.723 millones de euros. La pretensión de ERC es conseguir «la llave y la caja».

LA EXIGENCIA DE ERC FUE PACTADA ENTRE CIU Y PSC

La petición de ERC, además, es una de las medidas pactadas con el PSOE para mantener el sí al Gobierno de Pedro Sánchez, tal y como publicó en noviembre este medio. Para entonces, ERC y Junts ya habían pactado la amnistía y habían sentado las bases para acabar con la «represión» y el «expolio fiscal», un paso que entregaría a Cataluña el estatus privilegiado que goza ahora País Vasco y Navarra. Cabe recordar que la Generalitat de Cataluña se negó a firmar esta singular financiación en la transición, pero recularon 32 años después.

Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, convoca elecciones anticipadas para el 12-M
Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, convoca elecciones anticipadas para el 12-M

La petición de reformar el sistema de financiación a Cataluña era una condición necesaria de ERC de cara a la investidura de Pedro Sánchez, una serie de condiciones que ponen en apuros al PSOE y al PSC en plena precampaña de las elecciones de Cataluña del próximo 12 de mayo. La medida, además, cuenta con el apoyo de Sumar, cuya confluencia catalana exige esta financiación desde sus inicios.

Tras la amnistía, que ha provocado el primer choque institucional en la democracia de España, con una guerra abierta entre todos los poderes del Estado, el papel de ERC se vuelve ahora decisivo, independientemente del resultado electoral, donde los republicanos serían tercera fuerza, por detrás de Junts y el PSC, que obtendría la victoria, según los sondeos publicados.

ERC no dará su brazo a torcer tan fácilmente y pondrá toda la carne en el asador, como ha hecho Carles Puigdemont con los acuerdos con Ferraz. «La amnistía era un paso imprescindible, como también la financiación singular», apuntan fuentes republicanas a este medio. La misma petición se realiza desde Junts, cuyo acuerdo era de legislatura, pero no se concretaron explícitamente los puntos a abordar en la negociación.

ERC PISA EL TERRENO DE JUNTS EN LA PRECAMPAÑA ELECTORAL CATALANA

De hecho, Puigdemont, Turull y el resto de dirigentes de Junts han pedido una nueva financiación en Cataluña, un sistema que rompería todo el consenso de la Transición y pondría entre la espada y la pared a los propios funcionarios e inspectores de Hacienda.

El separatismo siempre ha buscado la obligación de tributar a la Agencia Tributaria Catalana, con el fin de tener un arma más para llevar a la región a la ruptura con el resto de España. Y es que, durante el ‘procés’ se intentó obligar a las empresas y contribuyentes a realizar la declaración del impuesto de Sociedades y el IRPF a través de las ventanillas autonómicas, una petición que hubiera supuesto una indefensión a los contribuyentes de cara a la Agencia Tributaria estatal si Cataluña no trasladaba la pertinente documentación.

Para esta nueva aventura, la Generalitat lo llama ahora «financiación singular». En el PSOE y el PSC hay una voz mayoritaria a la hora de negar este modelo. Las consecuencias serían desastrosas para el sistema de financiación en el resto de España. Y es que, Cataluña tiene un peso seis veces superior al que aportaría el País Vasco y obligaría a la región más fuerte, Madrid, a realizar un extraordinario esfuerzo para mantener las pensiones en el resto de CC AA con menores recursos y riqueza.

Cataluña tendría así una mayor fortaleza a nivel político, pero vistos los antecedentes, las empresas volverían a activar sus planes para evitar quedar atrapadas en un nuevo ‘procés’ y esta vez no solo marcharían de Cataluña.

LA CREDIBILIDAD DEL PSOE: POR AHORA NIEGA LA FINANCIACIÓN SINGULAR

Las fuentes de ERC apuntan, además, la necesidad de celebrar un referéndum y dar un nuevo paso a la independencia. Al PSC, no obstante, le conviene esta tensión por la financiación. Salvador Illa se ve en la Generalitat, pero no lograría la mayoría absoluta de los 68 escaños. Para poder gobernar necesitaría el apoyo de ERC, y ahora cambian las condiciones respecto a los tripartitos de José Montilla y Pasqual Maragall.

La ministra de Hacienda y número dos del PSOE se niega a aceptar estas pretensiones, al menos por ahora. El problema ahora es la falta de credibilidad de los socialistas, que renegaron de los indultos para concederlos después; rechazaron la amnistía, una «medida inconstitucional», para aprobarla y tramitarla de forma irregular, tal y como expone la Comisión de Venecia. De esta forma, podría darse cualquier escenario, todo con el fin de hacer de la necesidad virtud.