Las tostadas son un alimento que suele tomarse en el desayuno y que aparentemente es una comida saludable, sin embargo, su preparación puede estar sumando kilogramos a tu peso. El calor de la preparación provoca la dextrinización del almidón, es decir, hace que la glucosa que forma el almidón, esté más disponible y se absorba más rápido y esto aumenta la glucemia. En cambio, el pan blanco o integral sin tostar da más saciedad, porque permanece más tiempo en el estómago para metabolizarse.
El color de la costra del pan horneado o de las tostadas es un ejemplo de dextrinización de los almidones presentes en la harina. No es igual a gelatinización, debido a que en este proceso un almidón se desnaturaliza (que no necesariamente se hidroliza) y se forma un gel en presencia de agua, en cambio, la dextrinización es una ruptura directa del almidón por acción del calor.
¿Qué pasa si me como una tostada en la noche?
Cenar una tostada puede tener varias repercusiones en tu cuerpo y en tu salud. Si bien es cierto que cada persona tiene metabolismos y requerimientos diferentes, es importante considerar algunos aspectos antes de decidir si consumir esta opción alimenticia. Una tostada es generalmente una opción de alimento ligero, especialmente si se elige el pan integral. Este tipo de pan aporta nutrientes como fibra, vitaminas y minerales que son beneficiosos para nuestro organismo. Además, es una buena fuente de energía debido a su contenido de carbohidratos.
Por otro lado, comer en la noche puede afectar la calidad del sueño. El sistema digestivo se activa al ingerir alimentos, lo cual puede generar una sensación de pesadez e incomodidad que dificulte conciliar el sueño o tener un descanso reparador. Si la tostada se acompaña con ingredientes altos en grasas como mantequilla o embutidos, el contenido calórico de la cena aumentará significativamente. Esto puede sumar calorías innecesarias a nuestra ingesta diaria, lo cual puede ser contraproducente si estamos buscando mantener o perder peso.
Agrega proteína a tus tostadas
El desayuno es una de las comidas más importantes del día, ya que te da la energía necesaria para desarrollar tus actividades. La cantidad de tostadas que debes y puedes desayunar depende de varios factores, como tu nivel de actividad física, tus objetivos de peso y tu metabolismo. Si eres una persona activa y necesitas consumir más calorías, podrías cenar hasta 3 o 4 rebanadas de pan tostado. Sin embargo, si estás tratando de perder peso o simplemente prefieres una cena más ligera, una o dos rebanadas de pan tostado serían suficientes.
Es importante recordar que el pan tostado no es una comida completa, ya que carece de algunos nutrientes necesarios para una comida equilibrada. Para asegurarte de obtener un desayuno balanceado, puedes agregarle proteínas como pollo a la plancha o atún enlatado, vegetales como tomate y lechuga, y grasas saludables como aguacate o aceite de oliva. Estos ingredientes agregarán sabor y nutrientes esenciales a tu cena.
