Presión del ‘Upper Diagonal’ al PP de Feijóo para virar al centro

El PP de Alberto Núñez Feijóo y Alejandro Fernández centra toda la atención en Cataluña. La estrategia del PPC es tratar de recabar los apoyos que obtuvo Ciudadanos en 2017, cuando el constitucionalismo se movilizó de forma masiva tras el referéndum del 1-O, llegando a situarse como primera fuerza política. Ahora, este espacio, el centro moderado y transversal, se muestra en gran parte desmovilizado a tenor de los resultados de PP y Vox, que suman 26 escaños, diez menos que el máximo histórico de los ‘naranjas’.

La polarización y los mensajes contra los adversarios políticos están dejando un panorama lleno de incertidumbres e inseguridad. Los mensajes de expolíticos, burguesía y empresarios asentados en el ‘Upper Diagonal’ para pedir una vuelta al centro del PP de Feijóo y Fernández se repiten hasta la saciedad en todos los entornos y puntos de encuentro. Según varios empresarios y expolíticos, «el PPC aún no ha tocado techo» en Cataluña. «Tiene un largo margen para cerrar toda la etapa del ‘procés’, que no del independentismo, más latente y menos movilizado ahora que hace seis años», destacan las fuentes consultadas.

«La polarización no trae nunca nada bueno y no es atractiva para tomar decisiones de calado. Ahí están los datos de inversión extranjera», puntualizan. En este sentido, la burguesía catalana ha mostrado su respaldo al PP de Alejandro Fernández, con un voto masivo de los ex de CiU para evitar que Carles Puigdemont y Junts pudieran sumar al menos cuatro escaños más en el Parlament. «Esos votos no se han ido a la abstención, como sí ocurrió en parte en las generales», destacan las fuentes.

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EL PPC Y LA BURGUESÍA VUELVEN A LA SENDA DEL ENTENDIMIENTO

Así las cosas, el empresariado y expolíticos de la extinguida CiU han dado de lado a la independencia para tratar de alcanzar un nivel más en la autodestrucción del ‘procés’. «Estábamos huérfanos desde 2014», han señalado. En este sentido, han apuntado que los pactos con «la CUP entre ERC y CiU fueron el inicio de la decadencia política y económica de Cataluña».

Alejandro Fernández se impone en el distrito de Garriga. | Foto: Europa Press
Alejandro Fernández se impone en el distrito de Garriga. | Foto: Europa Press

No se puede «sostener ni desarrollar nada con los antisistema», mientras achacan al PSC que se haya permitido gobernar administraciones públicas con ERC y Junts, como la Diputación de Barcelona. «Seguramente que a partir de la formación del tripartito se relaje la tensión en Cataluña, pero es necesaria una fórmula que apueste por la economía y por el centro, eliminando a los extremos de la ecuación. No se puede gobernar con extremos», destacan.

LOS COMUNS DA MARCHA ATRÁS AHORA

En este sentido, consideran que la fórmula del tripartito, con ERC y los Comuns, puede ser una solución a corto plazo, pero volver otra vez a lo mismo de 2006 sería «otro error más». «En Junts deben facilitar, además, cierta estabilidad en el Congreso, pero está claro que Puigdemont no dará su brazo a torcer, como tampoco se ha dejado con la negociación con el PSOE», indican.

Con este escenario, donde hay dos bloques diferenciados en Cataluña y en España, aunque con distinto parecer, la burguesía catalana insta a aprobar leyes favorables a la dinamización económica y a la seguridad jurídica. «La postura del ‘no’ a todo debe terminar y el PPC es el único partido que se ha mostrado favorable a la llegada de centros e instituciones, así como el desarrollo de proyectos clave para acortar la brecha con Madrid», indican.

El PSC, advierten, no ha conseguido unificar criterios, pero los Comuns de Jéssica Albiach optarían por permitir el proyecto Hard Rock. «Es totalmente incongruente esta postura, como muchas otras cosas que se han realizado en Barcelona», lamentan. «Tiene que concluir esta etapa negra», han señalado en referencia a las políticas que han servido de freno a la inversión, desarrollo y a la economía catalana. «Madrid está a años luz y hay que cerrar la brecha. Eso solo se consigue desde el centro», han comentado.

EL EMPRESARIADO BUSCA LA GOBERNABILIDAD CON PRESIÓN AL PPC

Salvador Illa, líder del PSC y candidato a presidir la Generalitat
Salvador Illa, líder del PSC y candidato a presidir la Generalitat

Al respecto ponen el foco en el Corredor Mediterráneo, que apenas avanza con el Gobierno del PSOE; mientras consideran crucial iniciar la ampliación del aeropuerto de El Prat, una obra que consideran «prioritaria» al acercarse rápidamente al límite de la capacidad». También señalan que antes de dar luz verde a la apertura de nuevos hoteles, hay que vigilar especialmente las viviendas destinadas al turismo; así como a los problemas de seguridad y ‘okupas’.

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Un giro hacia el mercado, con una mirada de complicidad y de no enfrentamiento

No obstante, no todos cargan contra Junts de forma avivada. Hay quien pone en valor su giro hacia lo económico y social para reubicar a Barcelona y Cataluña y devolverla al lugar que le corresponde. «Un giro hacia el mercado, con una mirada de complicidad y de no enfrentamiento», definen las fuentes. En este sentido, consideran cruciales algunas de las propuestas, como la reactivación de clústeres y un foco más sensible con la industria, que se sitúa en una gran encrucijada debido a la deslocalización y el auge de las empresas chinas.

De ERC no se habla para bien, sino todo lo contrario. Las críticas a Aragonès, Junqueras y Rovira se suceden en todos los ámbitos de la sociedad civil y empresarial de la Ciudad Condal.

ELECCIONES PARA EL 90 ANIVERSARIO DE LA PROCLAMACIÓN DEL ‘ESTAT CATALÀ’

Con todo, la presión hacia el PPC siempre ha existido en el empresariado y política catalanes. Se busca una cierta gobernabilidad con el PSC, pero el PPC puede ser un muro en caso de que las bases de ERC rechazaran el acuerdo tripartito con los de Salvador Illa. Es aquí donde los ‘populares’ son muy necesarios con sus 15 escaños.

La suma con Los Comuns y el PSC se quedaría en los 63 escaños. Y es que, la abstención de ERC, Vox y Junts pondría a Illa en la presidencia de la Generalitat en la segunda vuelta al obtener más ‘síes’ que ‘noes’.

Y es que, independientemente de lo que señalen las bases, ERC trata de negociar con el PSC una investidura ahora contrarreloj. El Parlament se conformará el próximo 10 de junio y se abre así un período máximo de dos meses para investir a un candidato. En caso contrario, las elecciones se repetirían en octubre, el 6. Se trata así de una fecha simbólica para el separatismo dado que hace 90 años, Lluís Companys proclamó la independencia de Cataluña.

EL PPC Y ERC TENDRÁN MUCHO QUE DECIR

«En nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del Poder en Catalunya, proclama el Estado catalán de la República Federal española, y al establecer y fortalecer la relación con los dirigentes de la protesta general contra el fascismo, les invita a establecer en Catalunya el gobierno provisional de la República, que hallará en nuestro pueblo catalán el más generoso impulso de fraternidad en el común anhelo de edificar una República Federal libre y magnífica», aseguró entonces el expresidente de la Generalitat durante la tarde de ese 6 de octubre.

La burguesía estaría optando así por una vuelta a la normalidad, como si CiU y Junts fuera el mismo actor, pero nada más lejos. Puigdemont no dará su brazo a torcer de forma sencilla ni tampoco alcanzará un acuerdo con el PSC, toda vez que ha afirmado que se presentará a la investidura. Por el momento, ERC y los ‘populares’ tendrán mucho que decir, pero antes será Illa y su propuesta la que se dé a conocer.

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