En 2012 un desconocido Pablo Iglesias viajĆ³ a Galicia para asesorar mediĆ”ticamente a Alternativa Galega de Esquerda, una nueva coaliciĆ³n que nacĆa de la mano de dos partidos extraparlamentarios: Anova, liderada por el histĆ³rico XosĆ© Manuel BeirĆ”s, Ā«que hacĆa poco caso a nuestros consejosĀ» (segĆŗn confesĆ³ el secretario general de Podemos), y Esquerda Unida (IU).
AGE fue la revelaciĆ³n de aquellos comicios: superĆ³ los 200.000 votos, irrumpiĆ³ en el Parlamento gallego con nueve escaƱos y logrĆ³ su ‘sorpasso’ sobre el Bloque Nacionalista Galego, que en uno de sus polvorines internos habĆa perdido a su lĆder mĆ”s carismĆ”tico.
Tres aƱos despuĆ©s Anova y Esquerda Unida recibieron con los brazos abiertos al nacimiento de Podemos, que tejiĆ³ En Marea y obtuvo tres Ć©xitos electorales consecutivos: triunfos en las alcaldĆas de A CoruƱa, Santiago y Ferrol en 2015, y segunda fuerza en las generales de ese mismo aƱo y en las autonĆ³micas de 2016.
Cierto es que en las generales de 2016 cayĆ³ hasta convertirse en tercera fuerza, a poco mĆ”s de mil votos de los socialistas. Pero aun asĆ En Marea ha seguido siendo un sinĆ³nimo de Ć©xito hasta que la crisis estatal contagiĆ³ a la marca gallega de Podemos, que se enfangĆ³ en un pulso contra LuĆs Villares. Las primarias de diciembre podĆan dejar atrĆ”s la guerra, pero ganĆ³ el rival de Iglesias.
UNAS PRIMARIAS MUY DOLOROSAS PARA PABLO IGLESIAS
LuĆs Villares ganĆ³ en diciembre contra pronĆ³stico en las primarias de En Marea tras imponerse por 500 votos a su rival, David Bruzos, cercano a lĆder de Podemos en Galicia, AntĆ³n GĆ³mez-Reino, vencedor previamente en su batalla contra Carolina Bescansa.
Aquella derrota morada supuso un jarro de agua frĆa y en Podmeos se deslizaron acusaciones de Ā«pucherazoĀ» motivadas porque unos dĆas antes se cambiaron las empresas que gestionaban las primarias.
La derrota de los ‘pablistas’ fue una autĆ©ntica sorpresa porque Bruzos contaba con el apoyo de los tres ‘alcaldes del cambio’, Santiago (MartiƱo Noriega), A CoruƱa (Xulio Ferreiro) y Ferrol (Jorge SuĆ”rez), ademĆ”s de un sector de Anova y de Esquerda Unida al completo.
Villares podĆa haber mantenido el apoyo del histĆ³rico XosĆ© Manuel BeirĆ”s por su defensa de En Marea como un instrumento independiente de Madrid que ha acentuado su perfil nacionalista. Pero BeirĆ”s criticĆ³ con saƱa el rechazo de En Marea a los presupuestos de SĆ”nchez.
El lĆder histĆ³rico del nacionalismo gallego acusĆ³ a En Marea de Ā«abrirle las puertasĀ» a la derecha estatal y Villares protestĆ³ porque solo uno de los cinco diputados de la coaliciĆ³n en el Congreso, Alexandra JimĆ©nez, votĆ³ en contra de la tramitaciĆ³n de los presupuestos porque, segĆŗn ella, eran perjudiciales para Galicia.
TIEMPO DE NEGOCIACIĆN
LuĆs Villares explicĆ³ que mantiene Ā«la mano tendida sin ningĆŗn tipo de duda ni doblez a las alcaldĆas y a todos los proyectos municipalistasĀ». En Podemos pretendĆan negociar una lista para las generales del 28-A pudiendo colocar a algunos de sus nombres en los puestos de salida, pero el lĆder de En Marea se ha negado.
Marcos Cal, secretario de AcciĆ³n Institucional y ParticipaciĆ³n de Podemos en Galicia y hombre cercano a GĆ³mez-Reino, ha afirmado que esperan Ā«que recapacite Villares y no impulse una candidatura para confrontar con los actores que conformamos la unidadĀ».
El diputado autonĆ³mico afirmĆ³ que Ā«no se deberĆa presentar una candidatura alternativa a la coaliciĆ³nĀ», pero la cruda realidad es que es Podemos el que plantea la candidatura alternativa a En Marea sumando a Anova, Esquerda Unida y las listas municipalistas del cambio.
Villares se defiende: Ā«No va a haber cĆŗpulas por detrĆ”s que pacten puestos de salida, en En Marea esto lo van a elegir los inscritos. Quien quiera una fĆ³rmula diferente va a tener que explicar cĆ³mo se van a a elegir los candidatos y si la gente que se partiĆ³ la espalda estos aƱos va a poder participarĀ».
LA DEMOCRACIA CONTRA PODEMOS
Podemos naciĆ³ en 2014 plantando batalla contra los partidos de ‘la casta’ y denunciando de forma acertada su falta de democracia interna. Pero ahora esta arma se le ha revuelto en su contra. Villares quiere tutelar unas primarias sin cuotas de partidos y con un acento ‘carmenista’, por lo cual Podemos se queda atrĆ”s.
Pablo Iglesias podrĆa ejecutar su ‘plan b’: aprovechar el tirĆ³n de Podemos, Anova y Esquerda Unida, utilizar a los alcaldes y batallar en las urnas contra En Marea, hecho que podrĆa ser factible por la falta de apoyos pĆŗblicos de Villares y la batalla que le plantarĆ” un resurgido BNG.
La formaciĆ³n morada tambiĆ©n encara las generales con menos apoyos que en 2016: CompromĆs no reeditarĆ” la coaliciĆ³n A la valenciana. Y tambiĆ©n se ha dejado pelos en la gatera en las autonĆ³micas porque Izquierda Unida quiere concurrir en solitario a las autonĆ³micas de la Comunidad Foral de Navarra, Castilla y LeĆ³n, el Principado de Asturias y la RegiĆ³n de Murcia.
Aun asĆ Pablo Iglesias sigue contando con el apoyo de Izquierda Unida en las generales. En este acuerdo coopera Alberto GarzĆ³n, que ha anunciado que volverĆ” a intentar liderar a IU dentro de Unidos Podemos.