El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ya ha presentado en GĂ©nova su plan para colocar a sus «tres tenores» en materia de Justicia. El lĂder de la formaciĂłn ha tirado del viejo PP y de las raĂces que se remontan incluso al Partido Popular de JosĂ© MarĂa Aznar para colocar en puestos clave a magistrados afines. El más polĂ©mico de esos nombramientos ha sido el de Enrique Arnaldo, un polĂ©mico juez que se ha caricaturizado en forma artĂculos conservadores en FAES y que ha sido propuesto para el Tribunal Constitucional. Junto a Arnaldo, el PP ya tiene colocado en la Comunidad de Madrid a otro de sus asesores clave en materia judicial, que no es otro que el consejero de Justicia, Enrique LĂłpez. Y por Ăşltimo, Casado buscará la forma de colocar al más «joven» de sus asesores en materia de justicia como vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) siempre que abogue por renovar el Ăłrgano; que es Alejandro Abascal.
Esa idea de la «despolitizaciĂłn» de la Justicia es bastante vaga. El PP al menos quiere que los principales asesores de Casado en materia judicial estĂ©n colocados en puestos clave de la administraciĂłn para asĂ tener ojos y oĂdos en todas las áreas. Que Arnaldo y ConcepciĂłn Espejel (o Concha, para los amigos como la exministra de Defensa MarĂa Dolores de Cospedal) estĂ©n en el Constitucional es solo un primer paso, pues Arnaldo es el padrino educativo de Casado y uno de los asesores más notorios de GĂ©nova. Pero el presidente del PP con la ayuda de su secretario general ya se ha puesto manos a la obra para colocar tambiĂ©n a Abascal, pues Enrique LĂłpez ya está en una posiciĂłn clave en la Comunidad de Madrid.
Estos magistrados tiene fuertes lazos con el PP, pero no con el de Casado, sino con las raĂces del partido. Los tres tenores de la justicia de GĂ©nova gozan de la confianza del nĂşcleo duro de GĂ©nova y sobretodo se han convertido en los embajadores del PP que Casado pretende colocar en puestos clave de la administraciĂłn de la Justicia. Esto contrasta en cierto modo con la pretensiĂłn de «limpiar» el CGPJ de cualquier influencia polĂtica, pero no hablamos necesariamente de influencia ideolĂłgica, sino de colocar a gente de «confianza» en posiciones clave, como es el caso de trufar el Tribunal Constitucional con Arnaldo y Espejel, viejos conocidos del PP.
Arnaldo fue el que presentĂł a Casado al rector de la universidad que le aprobĂł 21 asignaturas en tiempo rĂ©cord. Pero no es solo esta la razĂłn por la que el presidente popular ha decidido confiar en Ă©l a sabiendas de que se generarĂa mucha polĂ©mica con su nombramiento. Arnaldo es un conocedor de secretos del partido y se relaciona con en el PP desde hace dĂ©cadas y esto le ha convertido en un imprescindible del partido. Lo de presentar a Casado al rector es anecdĂłtico. Lo que ha llevado al magistrado conservador al Constitucional es el hecho de ser una pieza fundamental del PP y uno de los ojos y oĂdos del partido en la administraciĂłn de la Justicia.
El caso de Enrique LĂłpez es similar. De hecho, cuando cazaron a LĂłpez conduciendo ebrio, razĂłn por la que fue condenado, uno de los pocos defensores del magistrado fue Arnaldo. La buena relaciĂłn entre los tenores es notoria. Al menos entre estos dos. Las dudas ahora residen en si la lealtad de LĂłpez se mantiene con Casado o se ha pasado al bando de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel DĂaz Ayuso. En cualquier caso, Casado se ha apoyado permanentemente en el consejero para ver quĂ© pasos podĂa dar en materia de Justicia y sobretodo con respecto a la renovaciĂłn del CGPJ. Que LĂłpez estĂ© en la Comunidad de Madrid fue inicialmente una decisiĂłn de GĂ©nova. Ahora es una decisiĂłn de Ayuso, pero lo cierto es que el PP no contempla una administraciĂłn de la justicia sin LĂłpez en un cargo de responsabilidad y de visibilidad.
La gran novedad es Alejandro Abascal. Este magistrado «joven» es muy cercano a Casado y es uno de los pocos jueces de la cantera del PP que aspiran a convertirse en el futuro Arnaldo. Su presencia en casos importantes como Tándem es notoria, aunque sea en calidad de juez de apoyo. Pero sobretodo su relaciĂłn parece que dará sus frutos tan pronto como el PP se digne a acordar con Pedro Sánchez la renovaciĂłn del Consejo General del Poder Judicial. La idea de Casado es tener ojos y oĂdos en el Consejo gracias a Abascal, pues pretende colocarle como vocal a propuesta del PP. Y si el PSOE y Unidas Podemos han tragado con Arnaldo, lo harán con un Abascal al que no le ha dado tiempo de destacar para mal.
En cualquier caso, el PP busca la despolitizaciĂłn del CGPJ y de otros tribunales, aunque de momento se empeña en colocar a gente afĂn con un currĂculum excesivamente cargado de cercanĂa al PP. Abascal es la joven promesa y LĂłpez y Arnaldo son los veteranos, pero todos tienen una carrera que ha ascendido gracias a su buena relaciĂłn con el partido.