El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) delibera maƱana sobre el recurso que interpuso CĆ©sar RomĆ”n, conocido como ‘El Rey del Cachopo’, contra la sentencia que le condenĆ³ a 15 aƱos de cĆ”rcel por el homicidio de su pareja Heidy Paz Bulnes. En su recurso, el empresario denunciĆ³ haber sido vĆctima de Ā«un juicio paraleloĀ» desde que comenzĆ³ la instrucciĆ³n comparĆ”ndose con el caso mediĆ”tico de Dolores VĆ”zquez.
En la vista, RomĆ”n estarĆ” presente a travĆ©s de videconferencia y tendrĆ” derecho a la Ćŗltima palabra. Su presencia no es fĆsica dado que las dependencias judiciales del TSJM, ubicado en la calle General CastaƱos de la capital, no tienen calabozos.
El fallo de la Audiencia Provincial de Madrid se impugnĆ³ por la presunta vulneraciĆ³n de los derechos fundamentales de presunciĆ³n de inocencia, igualdad de armas y derecho de defensa, entre otros.
Los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid consideraron que los hechos juzgados constituĆan un delito de homicidio al haberse ocasionado con forma intencionada la muerte de la joven, a quien matĆ³ la madrugada del 5 de agosto de 2018 en el piso que habĆa alquilado poco antes en la calle LĆ³pez Grass del distrito de Vallecas.
La Sala se sustentĆ³ en el testimonio que ofrecieron los investigadores del Grupo VI de Homicidios en el juicio, especialmente aquellos que relataron que el mĆ³vil de la vĆctima se hallĆ³ en la vivienda en la que alquilĆ³ una habitaciĆ³n el condenado tras huir a Zaragoza, donde fue detenido dos meses despuĆ©s del crimen.
La sentencia seƱalaba que el descuartizamiento se produjo para encubrir su propia conducta homicida, por lo que el delito de homicidio lo absorbe y lo tiene como agravante para la pena en su grado mƔximo.
El torso de Heidi Paz se hallĆ³ en el interior de una maleta que se localizĆ³ el 13 de agosto de 2018 en la nave que CĆ©sar alquilĆ³ poco antes para ubicar su sexta sidrerĆa. La principal prueba de cargo en el juicio fueron las huellas con ADN del empresario localizadas en la maleta y en los botes de sosa cĆ”ustica empleados para rociar el cadĆ”ver.
El acusado defendiĆ³ en la vista oral que la que fuera su pareja bien estaba viva en Honduras o bien habrĆa acabado con ella una supuesta banda organizada de ‘vuelcos’ de drogas, una tesis negada por los investigadores del Grupo VI de Homicidios.
La sentencia considerĆ³ probado que el crimen se cometiĆ³ en la madrugada del 5 de agosto de 20018 despuĆ©s de que la chica acudiera al piso de CĆ©sar en Vallecas tras celebrar un cumpleaƱos con unos amigos.