El presidente de Melilla, abucheado en todos los actos públicos a los que acude

Al presidente de Melilla, Eduardo De Castro, no le está yendo muy bien que se diga por estos días. Sobre todo, en los últimos actos públicos a los que ha asistido, donde ha sido abucheado y corrido por parte de las personas que ha tenido alrededor.

En su región, no es especialmente apreciado por los melillenses, pues todavía se cuestiona su designación y todo parece indicar que está condenado a la «extinción» política, tal como le ha pasado a Ciudadanos, partido en el que militó y por el cual llegó al poder como diputado en la Ciudad Autónoma.

Justo esta semana, en plena celebración de la Feria de Melilla 2022, el funcionario ha sido abucheado en su llegada a la corrida de toros que se realizó el pasado 6 se septiembre a la Maestranza, pues ha sido duramente cuestionado por no apoyar, de manera institucional esta tradición en la ciudad, como sí lo habían hecho gobiernos locales anteriores, justo este año, en el que se retoman las actividades feriales, tras dos años de parón, a consecuencia de la pandemia ocasionada por la Covid-19.

En algunos videos que han circulado a través de las redes sociales, se le ve al funcionario llegar a la plaza de toros de Melilla y se escucha como las personas le gritan improperios y lo incitan a abandonar el recinto ferial. En otras de las imágenes que han sido divulgadas, se ve como un grupo de funcionarios policiales no uniformados lo reciben también a gritos, momentos antes de que ingresara a la Feria de la ciudad.

Los melillenses tienen una cuenta pendiente con De Castro, a consecuencia de la movida política que hubo cuando fue designado presidente de la Ciudad Autónoma, pues pasó de ser el único diputado representante de Ciudadanos, a forzar su nombramiento como presidente.

Cuando ascendió al poder, hasta dentro de Ciudadanos temblaron las mesas, justo en ese momento cuando el partido era dirigido por Albert Rivera, pues la orden que habían dado dentro del partido era que solo se podía pactar con el Partido Popular o Vox, pero De Castro solo miró por su ambición y permitió que la coalición entre el PSOE y Coalición por Melilla lo llevara al poder.

Hay que recordar que De Castro fue expulsado de Ciudadanos en abril de 2021, tras haber ocultado al partido que había tenido una imputación por un caso de prevaricación, pues alegaron que había incumplido con las directrices del partido naranja. De hecho, el presidente de Melilla era el único presidente autonómico del partido conducido por Inés Arrimadas. Tras su expulsión el partido naranja se quedó sin representación en esa Ciudad Autónoma, pues en los comicios de 2019 pasaron de tener dos diputados a quedarse con uno solo que era justamente De Castro.

Todas estas polémicas han llevado a este funcionario a estar a la cabeza de la lista de los políticos con menos aceptación en el país, pues no le perdonan la ambición que ha tenido, desde el punto de vista político, por lo que sus apariciones públicas han sido siempre de temer, pues los ciudadanos de Melilla están siempre a la defensiva y esperando el más mínimo movimiento para hacerle sentir el descontento que hay en su contra.

A esta situación se le suma, además, la poca confianza que tienen los melillenses contra su presidente, pues la imputación por prevaricación se debió a la denuncia que hizo en su momento la fiscal jefe de esa región, Laura Santa Pau, debido a una serie de supuestas irregularidades cometidas para la adjudicación de la concesión del servicio de grúa en Melilla.

Esta investigación contra De Castro se abrió a propósito de una denuncia que recibieron las autoridades melillenses por parte de un grupo de ciudadanos que supuestamente señalaron que hubo una serie de irregularidades por De Castro y otros dos funcionarios, una vez que había vencido la concesión del servicio de la grúa. De hecho, la ciudad estuvo por un tiempo sin este servicio, hasta que milagrosamente el contrato fue concedido a unos familiares del funcionario y para ese momento se habló de que el perjuicio a las arcas del Estado español habría sido de más o menos 5 millones de euros.

Esta y otras razones son las que mantienen a De Castro en el ojo del Huracán y, por lo visto, a los ciudadanos no se les ha olvidado cada una de las cuentas pendientes que tiene el presidente de Melilla con la ciudad, pues en cada oportunidad que pueden se lo recuerdan con este tipo de escraches, cuando le da por aparecen en eventos públicos, para tratar de ganarse la simpatía de los melillenses. Personas de su entorno aseguran que la situación se le ha puesto cada vez peor y que a pesar de ellos, el funcionario no repara en aparecer, porque a pesar de todo lo sucedido, sus aspiraciones políticas siguen intactas y todavía tiene ansias de seguir enchufado al poder, por todo el tiempo que le sea posible.