Abascal impone la «ley del silencio» en Vox contra quien mencione su reunión privada con Cebrián

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha impuesto el silencio absoluto en la formación por un tema que le resulta «muy violento». Al final, tanto Vox como Podemos han sabido incrustarse en las altas esferas pese a que su mensaje era algo más rompedor. Santiago Abascal, sin embargo, tiene algo de lo que avergonzarse y así se lo ha hecho saber a todos los militantes de Vox que han osado a preguntar por qué tuvo una reunión privada con Juan Luis Cebrián, presidente de honor de El País. Para Abascal, este encuentro que tanto ha dado que hablar en el partido es para el presidente nada menos que algo de su «intimidad» que no «incumbe» a nadie. De hecho, todo aquel que ha tenido el valor de cuestionar la integridad de Abascal por esta reunión amistosa ha salido mal parado. También los periodistas que se atreven a preguntar se llevan una respuesta poco amistosa.

Lo peor de este encuentro y lo que más ha llamado la atención a los integrantes de Vox, incluidos pesos pesados del partido, es que la reunión entre ambos fue a petición expresa de Santiago Abascal. Fue el presidente de Vox quien después de erigir un argumentario en contra del El País y de otros medios más progresistas como La Sexta ha mantenido un encuentro privado del que quiere que no se hable ni en Vox ni fuera. Fuentes del partido cuentan a MONCLOA.com que este encuentro ha sido muy comentado, pero que Abascal reacciona de forma muy agresiva ante cualquiera que se atreva a reprochar al presidente de la formación que ha mantenido un encuentro con Juan Luis Cebrián. «Es mi vida privada», repite con intensidad cada vez que sale el tema.

Abascal Cebrián

Santiago Abascal ha conseguido integrarse muy bien en el mundo mediático. No necesariamente mantiene malas relaciones con los periodistas pese a que la doctrina de Vox sea no permitir, por ejemplo, que La Sexta no pueda acreditarse en sus mitines o en sus actos de campaña. Lo que cuentan las fuentes, sin embargo, es que Abascal ha empezado a urdir una agenda propia relacionada con periodistas que ha echo saltar las alarmas en Vox, especialmente por la buena sintonía que mantiene con el presidente de honor de El País en un encuentro que Abascal quiere mantener en el ámbito privado pero que ya es vox populi a nivel interno en el partido.

Hay cierto malestar en Vox que no ha trascendido porque muchos entienden que Abascal no es más que un figurante en el partido. Pese a que Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso, ha desparecido del mundo mediático desde que Macarena Olona abandonó la formación de extrema derecha, lo cierto es que las fuentes del partido siguen insistiendo en que es Espinosa de los Monteros y no otro quien «parte el bacalao» en el grupo. Abascal es visto por muchos, según detallan fuentes solventes del partido, como un «actor» o un «figurante» que no suele entrar en temas de gestión interna porque no quiere mayores problemas y porque el portavoz no ha querido soltar los mandos.

Aún así, Abascal ha conseguido urdir una red de contactos potentes que ha sorprendido en Vox. Que trascendiera el encuentro entre el presidente de Vox y el presidente de honor de El País ha sido un durísimo golpe a nivel interno para el líder de la formación porque se ha visto comprometido. No solo no ha querido dar explicaciones, sino que ha impuesto al ley del silencio ante todo aquel que se atreva a preguntar. Fuentes de Vox dejan claro que incluso veta ese tipo de preguntas a los periodistas porque no quiere dar explicaciones sobre su «vida privada».