Las contradicciones de Dina Bousselham, exasesora del vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, amenazan con hundir al lĂder de Unidas Podemos. Ya son tres las versiones que Bousselham ha dado ante el juez sobre el supuesto robo de su telĂ©fono mĂ³vil a manos del excomisario JosĂ© Manuel Villarejo. Tres versiones que se contradicen y que han llevado a Iglesias de ser considerado una parte perjudicada en el proceso a uno de los sospechosos. A todo esto hay que añadirle que Iglesias supo de la existencia de esta investigaciĂ³n judicial antes de haberse abierto gracias a que su abogada, Marta Flor, tenĂa una relaciĂ³n Ăntima con uno de los fiscales, el cual le pasĂ³ presuntamente los datos y el lĂder de Podemos urdiĂ³ una estrategia electoral para venderse como vĂctima de un proceso en el que Ă©l fue parte activa. Ahora Iglesias se ha encerrado y no ha dado ninguna declaraciĂ³n al respecto mientras su partido atraviesa una crisis desde las cloacas.
Tras el presunto robo de la tarjeta del telĂ©fono mĂ³vil, el mismo que contenĂa fotos Ăntimas de Bousselham, empezĂ³ la avalancha de contradicciones. Pasados unos meses del incidente, la revista InterviĂº tuvo acceso a esa tarjeta y mantuvo una reuniĂ³n con Iglesias para tratar el asunto; y es ahĂ donde llega la primera contradicciĂ³n que ha hecho saltar las alarmas en el juzgado. Dina asegurĂ³ primero que el medio quiso vender las fotos Ăntimas a Iglesias mientras que el vicepresidente dijo poco despuĂ©s que no, que se las ofrecieron sin pedirle nada a cambio. Ante la contradicciĂ³n, Dina, que gozaba de la misma representaciĂ³n legal que Iglesias, cambiĂ³ su declaraciĂ³n y afirmĂ³ que todo ocurriĂ³ como el lĂder del partido dijo.
Una vez «aclarado» el tema de InterviĂº y la tarjeta, llega la siguiente contradicciĂ³n de Dina. DespuĂ©s de que la revista le diera la tarjeta a Iglesias, Ă©ste la guardĂ³. Se la quedĂ³ durante mucho tiempo, y la devolviĂ³ quemada entre cinco y 36 meses despuĂ©s. El juez Manuel GarcĂa CastellĂ³n entiende que hay algo raro en esta forma de actuar. ¿Por quĂ© no le dio la tarjeta a Dina desde el principio? ¿Por quĂ© la escondiĂ³ durante tanto tiempo? ¿CĂ³mo sabĂa lo que habĂa dentro si estaba quemada? Y ahora llegan nuevas incoherencias que amenazan con sentar a Iglesias en el banquillo. Y, como decĂamos, Iglesias guarda silencio. El mismo que mantiene todo su partido ante este asunto.
Bousselham asegurĂ³ en sus primeras declaraciones que ella nunca pudo acceder a su tarjeta. Ni vio el contenido ni la tuvo en su poder durante un tiempo, al menos hasta que Iglesias se la dio quemada. Tuvo una tarjeta de un telĂ©fono mĂ³vil, sĂ, pero nunca pudo averiguar si era la suya. Esta versiĂ³n sĂ que la ha mantenido en el tiempo. Hasta aquĂ todo normal, pero las dudas del juez vuelven a planear sobre las declaraciones de Dina. ¿Por quĂ© no informĂ³ a la policĂa en 2016 de que ya tenĂa la tarjeta robada en su poder? Bousselham insiste en que como no pudo acceder a ella, no sabĂa si era su tarjeta. Pero el juez piensa diferente, ya que sospecha que Iglesias pudo haberla guardado durante muchos meses mĂ¡s, razĂ³n por la que Dina no informĂ³ a la policĂa. De hecho, GarcĂa CastellĂ³n cree que pudo habĂ©rsela dado en enero de 2017. Y ante las dudas, Bousselham volviĂ³ a cambiar su declaraciĂ³n.
Podemos es un Puticlub de carretera, y a chulo se le ha ido todo de las manos. https://t.co/zY4rX7YtvM vĂa @EstadoDAlarmaTV
— Cristina SeguĂ (@CristinaSegui_) June 29, 2020
Tras decir por activa y por pasiva que ella no habĂa visto el contenido de la tarjeta, de un dĂa para otro dijo que sĂ, que en el momento que Iglesias se la dio sĂ que funcionaba. Que fue justo despuĂ©s cuando se rompiĂ³, razĂ³n por la que recurriĂ³ a una empresa de recuperaciĂ³n de datos. Pero en otras declaraciones insinuĂ³ que se la habĂa dado rota. Todo un embrollo difĂcil de desenredar.
Las declaraciones de Bousselham no han aclarado nada sobre el asunto. Cambia de versiĂ³n de forma repentina y adopta la de Iglesias con el aparente objetivo de evitar males mayores para el lĂder de Podemos. De hecho, Dina sugiere que Iglesias escondiĂ³ su tarjeta porque contenĂa fotos Ăntimas suyas. Pero la oposiciĂ³n ya ha recogido todas las declaraciones de Dina y las sospechas sobre Iglesias para exigir una aclaraciĂ³n sobre lo ocurrido.
MARTA FLOR, LA OTRA AMENAZA DE IGLESIAS
A la amenaza de Dina, hay que sumarle la de su abogada, Marta Flor. La representante legal de Iglesias utilizĂ³ presuntamente una relaciĂ³n personal con uno de los fiscales para obtener informaciĂ³n privilegiada. El vicepresidente del Gobierno tuvo acceso a las diligencias que habĂa abierto el juez GarcĂa CastellĂ³n antes de conocerse que la pieza separada del caso se habĂa abierto. Esta informaciĂ³n permitiĂ³ a Iglesias prepararse y, sobretodo, urdir una estrategia electoral para venderse como una vĂctima de Villarejo.
«Las cloacas», repetĂa el lĂder de Unidas Podemos una y otra vez mientras Flor habĂa filtrado (segĂºn unas capturas de pantalla publicadas por El Confidencial y por Confilegal) una informaciĂ³n de la FiscalĂa apoyĂ¡ndose en su relaciĂ³n personal con uno de los fiscales. Ahora, todo esto amenaza con sentar a Iglesias en el banquillo y hundir a Podemos por su trato con el Ministerio PĂºblico.