El pasado miĂ©rcoles comenzĂł a viralizarse un hilo en Twitter que sigue desatando comentarios hasta dĂa de hoy. SegĂşn el usuario @RevisionistBoii y la fotografĂa que adjunta, varios policĂas nacionales acuden de manera «habitual» a consumir en el bar del que se dio a conocer en medios como el «chino franquista», que tiene un bar en Usera, Madrid, llamado ‘Una, Grande, Libre’.
«Hoy he pasado al lado del bar del chino facha… ÂżSabĂ©is quienes son clientes habituales? Os lo enseño», tuitea el usuario, añadiendo una imagen en la que se ve a tres policĂas a las puertas del local junto al dueño. Ante la imagen, muchas personas han comentado que puede tratarse de una fotografĂa sacada de contexto, ya que o bien puede ser algo ocasional, o pueden estar pidiĂ©ndole la documentaciĂłn al regente del comercio.
No obstante, tanto el que postea la foto como otros usuarios que tambiĂ©n han subido otras imágenes apoyando el hilo argumentan que ver a policĂas consumiendo en el bar es algo habitual, y que estos muestran una relaciĂłn con el dueño de simpatĂa y cercanĂa.
Capturas de policĂas sentados en una mesa del local, fotografĂas de coches patrulla aparcados en las proximidades del comercio y aseveraciones de más usuarios alimentan la idea de que la clientela de uniformados es real. «Todo el santo dĂa. Municipales y nacionales de servicio parando a echarse un alguito. Es repugnante», sostiene @EzekielHurtado, que adjunta imágenes de coches de policĂa local y nacional aparcados delante del local franquista.
El interior del bar está plagado de banderas de España, de la Falange, toros y cabezas de animales como decoraciĂłn, con su fachada pintada de rojo y amarillo, y un nombre que reproduce el lema del dictador. El hostelero dueño del local es Chen Xiangwei, hombre de origen chino que protagonizĂł titulares de prensa con el antiguo bar que tenĂa, de idĂ©ntica escenografĂa franquista, en contexto del ascenso de Vox en las instituciones.
ÂżPOLICĂŤA FRANQUISTA?
La difusiĂłn de estas fotografĂas en la red social del pájaro azul ha desatado debate sobre la libertad de los funcionarios para ir a donde quieran en su tiempo de descanso, y sobre si la relaciĂłn entre los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado con la extrema derecha es algo anecdĂłtico o problemático.
Todo esto acontece, además, mientras en 2020 se han publicado vĂdeos de militares enalteciendo el franquismo o difundido el chat de WhatsApp de militares retirados sugiriendo un golpe antidemocrático para acabar con el Gobierno de Pedro Sánchez.