Margarita Robles no ve Ā«necesariaĀ» una reforma de la ConstituciĆ³n

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha defendido este miĆ©rcoles en el Museo de Adolfo SuĆ”rez y la TransiciĆ³n de Cebreros (Ɓvila) que el espĆ­ritu de la ConstituciĆ³n harĆ­a Ā«mucha falta en este momentoĀ» y no ve Ā«necesariaĀ» en la actualidad una reforma de la Carta Magna, aunque sĆ­ hay Ā«asignaturas pendientesĀ» y Ā«cuestiones puntualesĀ».

Ā«En este momento no es necesarioĀ», aunque Ā«hay cuestiones puntuales, pero no en lo que afecta al nĆŗcleo del EstadoĀ», ha manifestado antes de inaugurar el curso ‘La democracia espaƱola a juicio’ de la UNED con una ponencia titulada ‘Defensa y cultura democrĆ”tica’.

Ā«Hay asignaturas pendientes, cĆ³mo es que por ejemplo que la sucesiĆ³n a la jefatura del Estado sea todavĆ­a por lĆ­nea de varĆ³n, en el siglo XXI no es muy comprensibleĀ», ha indicado, para aƱadir que Ā«en lo esencial y lo fundamentalĀ» hay que sentirse Ā«muy orgullosos y muy satisfechos con el marco que tenemos en nuestra democraciaĀ».

Robles ha llamado a Ā«poner en valor los espĆ­ritus de la ConstituciĆ³n, de la TransiciĆ³n y de diĆ”logo, de tolerancia y generosidadĀ», que Ā«harĆ­a mucha falta en este momentoĀ», segĆŗn ha indicado a los periodistas antes de inaugurar un curso de verano de la UNED.

Ā«Hoy deberĆ­an seguir siendo el punto de mira y, sobre todo, sentirnos muy orgullosos de nuestra ConstituciĆ³n, que ha permitido mĆ”s de 40 aƱos de convivencia y derechos y libertadesĀ», ha recalcado la ministra.

Robles ha aseverado que Ā«no hay mejor sitio que en Cebreros, como la patria de Adolfo SuĆ”rezĀ», para Ā«poner en valor lo que supuso la TransiciĆ³n y el espĆ­ritu de diĆ”logo y concordia que culminĆ³ en la ConstituciĆ³nĀ».

Tras defender Ā«los valores constitucionales y el espĆ­ritu de la TransiciĆ³nĀ», ha subrayado que hay que sentirse Ā«plenamente orgullososĀ» de la Carta Magna. Ā«Y que hacen que podamos decir sin ningĆŗn tipo de complejos que EspaƱa es una democracia plena y que es una democracia plena ejemplo para muchos paĆ­ses del mundoĀ», ha concluido.