Mindfulness para abordar el presente, con La AtenciĆ³n al Presente

Las enfermedades mentales como el insomnio, depresiĆ³n, cansancio, pensamiento incesante, estrĆ©s, sensaciĆ³n de presiĆ³n o ansiedad se han incrementado en las Ćŗltimas dĆ©cadas. Con el objetivo de aliviar estos sĆ­ntomas, se ha comenzado a recetar mucha medicaciĆ³n.

En EspaƱa, el 27,4% de las personas que visitan consultas de atenciĆ³n primaria padecen problemas psicolĆ³gicos como los nombrados anteriormente, segĆŗn datos del Ministerio de Sanidad.

A pesar de que estas enfermedades son paliadas con medicamentos como ansiolĆ­ticos o antidepresivos, en muchas ocasiones, no son la mejor forma de hacerlo. De hecho, Antonio Cano, catedrĆ”tico de psicologĆ­a y presidente de SEAS afirma que: Ā«Nos falta mucha educaciĆ³n en emociones y en su manejo. De ahĆ­ viene todo estoĀ«. Igualmente, esto es apoyado por La AsociaciĆ³n para el Desarrollo de la Salud a travĆ©s de la AtenciĆ³n basada en Mindfulness

Los beneficios de la atenciĆ³n al presente basado en mindfulness

En las sociedades parece haber cada vez menos tiempo y menos herramientas para procurar un alivio de las tensiones o situaciones emocionales de la vida cotidiana. Desde una bronca hasta la temida soledad no deseada, hay una cadena de emociones que muchas veces no se saben digerir de forma sana y causan una indigestiĆ³n que tarda en desaparecer, si es que lo hace.

Las indigestiones emocionales difĆ­cilmente se curan solas. El tiempo no las cura, solo las archiva en algĆŗn rincĆ³n alejado de la conciencia mientras no aparezca un estĆ­mulo nuevo que la desempolve y la traiga nuevamente al primer plano de la conciencia.

Como decĆ­a, la gente corriente con indigestiones emocionales corrientesĀ no tienen herramientas que faciliten la digestiĆ³n. Hasta hace muy poco no se consideraba de interĆ©s para la psiquiatrĆ­a o la psicologĆ­a a las personas ā€œsanasā€. Todo se ha centrado en los casos de graves trastornos. Este tipo de espacio ā€œpara los sanosā€ lo ocupĆ³ la religiĆ³n con sus charlas con su dios y las confesiones y sus perdones. Parece que en estos aƱos se recurre menos a esta herramienta, que requiere creer en esos dioses y el ser humano estĆ”Ā huĆ©rfano de claridad y de consuelo para sus malestares y desorientaciĆ³n.

El ser humano se apega con cierta facilidad a creencias de cualquier tipo en busca de coordenadas que le ofrezcan seguridad. Sin embargo, las ofertas que proceden del pasado no resultan tan atractivas para buena parte de la poblaciĆ³n que va perdiendo la confianza en religiones o polĆ­ticas. Esta carencia de asideros argumentales y emocionales deja un sinsabor grande y silencioso,Ā que para algunos aparece como desorientaciĆ³n y melancolĆ­a/tristeza, para otros como ira, como extremismos, como pasotismo, como individualismo y desconfianza general, como deseo de aislarse de los demĆ”sā€¦

Cada cual va buscando su camino, pero no parece que estĆ© clara una vĆ­a que lleve a la fortaleza interior, a la comprensiĆ³n de lo que le sucede y a recuperar la motivaciĆ³n intrĆ­nseca por la vida. ĀæQuĆ© pueden hacer todas estas personas de todas las edades? ĀæSeguir tomando ansiolĆ­ticos, antidepresivos, sedantes?Ā No se deberĆ­a tomar por normal que casi un tercio de la poblaciĆ³n urbana viva diariamente tomando pastillas para dormir, para despertar, para animarse, para la gastritis o la diarrea crĆ³nica.

Una vez se le preguntĆ³ a un mĆ©dico del aparato digestivo si no le parecĆ­a que muchas de esas afecciones eran somatizaciones de fuertes tensiones emocionales. Para la sorpresa de la paciente, le dijo muy convencido: Ā«Por supuesto que sĆ­ā€. No dijo nada mĆ”s y saliĆ³ de la consulta preguntĆ”ndose Ā«Āæy por quĆ© nos esperamos a estar ya con problemas orgĆ”nicos cuando el origen ha sido emocional?Ā».

Pues porque las personas no saben hacer otra cosa que aguantar. Les parece normal. Nadie les ha enseƱado a cuidarse de otra manera. AĆŗn no hay una forma clara y generalizada para proporcionar los cuidados proactivos para la prevenciĆ³n de la salud. Nadie les ha enseƱado a detectar los pequeƱos sĆ­ntomas de esas tensiones emocionales antes de que se transformen en una enfermedad incluso grave. EstĆ”n mucho mĆ”s habituados a no prestarles atenciĆ³n, a esconderlos bajo la alfombra hasta que no pueden mĆ”s.

Si una persona viviera en una isla desierta y, para sobrevivir, dependieraĀ enteramente de conservar su cuerpo y mente sanos, quizĆ”s estarĆ­a mĆ”s atenta a las seƱales del cuerpo. No podrĆ­a esperar a que alguien hiciera ese trabajo, nadie le darĆ­a unas pastillas que la anestesiasen. Puede que se volviese mĆ”s perceptiva a lo que le sucediera, pues de eso dependerĆ­a su vida. VivirĆ­a apegada a la satisfacciĆ³n de sus necesidades mĆ”s bĆ”sicas y sagradas. Se esforzarĆ­a por comer, descansar, estar fĆ­sicamente segura, no volverse loca por estar en forma para seguir adelante, por aprender a sacar partido a los recursos del entorno, quizĆ”s a disfrutar de las pequeƱas cosas que le sorprendiesen: un pĆ”jaro, el frescor del agua, un baƱo en un charco de agua clara. Parece que no tendrĆ­a sentido tener conflictos emocionales y en todo caso tendrĆ­an que ser muy cortos, pues habrĆ­a que seguir buscando comida y aprendiendo mĆ”s y mĆ”s cosas. Se resolverĆ­a rĆ”pido para poder seguir adelante ligera de equipaje.

ĀæPara quĆ© se ha llevado al lector a esta isla desierta?Ā Para hacer un experimento: imaginar que las personas deben sobrevivir solas y observar que harĆ­an con su vida, su cuerpo, sus emociones, sus motivaciones, sus objetivos. Para sentir que se puede mejorar su vida por ellas mismos. Para que se den cuenta de que, si la circunstancia les apremia, pueden centrarse y atender a lo importante. Para sentir que no precisan de pastillas para eso, sino centrarse en reconocer las seƱales para observar lo que les sucede y darle una salida coherente y meditada. Para sentir que pueden tener una vida mĆ”s plena, cuanto mĆ”s dueƱos de ella se sientan y eso implica coger el toro por los cuernos y enfrentarse a sus conflictos en lugar de huir de ellos falsamente.

La humanidad ha ideado formas de hacer esto a travĆ©s de los siglos. Hoy se va imponiendo la tendencia a prestarse atenciĆ³n en lugar de simplemente ir por la vĆ­a de la reacciĆ³n de escape rĆ”pido, ya sea esta la pastilla, el alcohol u otros consumos de evasiĆ³n.

Las vĆ­as hoy dĆ­a pueden ser varias, pero lo que comparten es la necesidad de aprender a atender a uno mismo sin crĆ­tica, con intenciĆ³n de profundizar en uno mismo, de ganar inteligencia y manejo de los pensamientos, las emociones, los impulsos y la conducta.

Cuando una persona es capaz de aprender a hacerlo, gana conciencia de lo que sucede dentro de ella misma y, por esto, le ofrece la vĆ­a de cambiar y de sentirse capaz de hacerlo ella misma. Todas las personas pueden cuidarse y tener una vida saludable.

Esta forma de prestar atenciĆ³n a lo que sucede aquĆ­ y ahora, dentro y fuera de las personas, ha sido investigada en los Ćŗltimos 30 aƱos y se ha comprobado lo valiosa que resulta para el bienestar. En muchos paĆ­ses se ha introducido como un recurso mĆ”s de la sanidad y en algĆŗn lugar de EspaƱa se ha llegado a introducir como una materia del currĆ­culum de los alumnos de primaria con buenos resultados.

Los beneficios que aporta la atenciĆ³n al presente basado en mindfulness tienen que ver con la disminuciĆ³n de la ansiedad, con la regulaciĆ³n del sufrimiento derivado de la depresiĆ³n y del dolor. Asimismo, se puede hablar de la regulaciĆ³n emocional y el desarrollo de la ecuanimidad ante los eventos, el aumento de la capacidad de recuperaciĆ³n de situaciones de pĆ©rdidas o cambios. Se puede hablar tambiĆ©n de la disminuciĆ³n de la reactividad que tiene que ver con la defensa (enojo, ira, resentimiento, celos, envidia, venganza, etc.), asĆ­ como del crecimiento de un estado emocional pacĆ­fico y comprensivo con los demĆ”s, junto con conductas altruistas y pro-sociales. Crece, ademĆ”s, la comprensiĆ³n de uno mismo que lleva directamente a comprender a los demĆ”s.

Cuanto mĆ”s autĆ³nomo se es, mejor se sentirĆ” el individuo y mĆ”s se podrĆ” hacer por Ć©l y por los demĆ”s. Este ejercicio de observaciĆ³n particular lleva necesariamente a una mejora de muchos aspectos de la salud emocional de las personas que concomita con la salud fĆ­sica y su percepciĆ³n de bienestar y control sobre sĆ­ mismo, cosa que disminuye la utilizaciĆ³n de fĆ”rmacos para resolver conflictos que la persona serĆ­a capaz de solucionar por sĆ­ misma.

Algunas investigaciones sobre las bondades del mindfulness pueden verse en su pƔgina web.