Sánchez esconde su acuerdo con ERC y culpa a Rajoy del conflicto catalán

La portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, ha solicitado que el debate de investidura de este sábado arrancara con la lectura por parte de Pedro Sánchez de todos los puntos del acuerdo alcanzado entre el PSOE y ERC. Una propuesta rechazada por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que ha señalado que «es conocido públicamente por todo el mundo» y que no procedía su lectura.

Es cierto que Sánchez no ha aclarado ese acuerdo ambiguo que no despeja la duda de un hipotético referéndum, pero se ha ganado el aplauso de Gabriel Rufián con su discurso, tras remarcar una y otra vez su apuesta por el diálogo para «poner fin a la confrontación territorial con Cataluña». El de ERC no ha sido el único: Pablo Iglesias y toda la bancada de Unidas Podemos ha mostrado su apoyo al candidato a ser investido.

SÁNCHEZ APUESTA POR EL DIÁLOGO PARA RESOLVER EL CONFLICTO

«Les anuncio que vamos a crear una mesa de diálogo bilateral entre el Gobierno de España y el de Cataluña. La vamos a crear, vamos a debatir dentro del marco constitucional y vamos a poner fin a esta confrontación territorial», ha afirmado el líder del PSOE.

«Muchos de los problemas territoriales tienen que ver con el desgaste de nuestro Estado autonómico», ha proseguido Sánchez. El objetivo del candidato en la investidura es renovar este modelo y «clarificar competencias». «Esta que se inicia debe ser la legislatura del diálogo y en particular la del diálogo territorial», ha remarcado.

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Además, Sánchez ha apuntado que «esta va a ser la legislatura de la financiación autonómica». El líder del PSOE se ha comprometido a aprobar un nuevo marco de financiación para las comunidades en los próximos meses, siempre a través del diálogo y «dentro de la Constitución».

Cita expresamente a la Constitución, que en el pacto con ERC aparece como «ordenamiento jurídico democrático». Sánchez anuncia la mesa bilateral entre el Gobierno central y el catalán que debatirá «dentro del marco constitucional». No entra en más detalles para explicar lo pactado con ERC en un texto que ha sido controvertido por su ambigüedad.

LA CULPA DE RAJOY Y EL DOLOR DE LA JUDICIALIZACIÓN

Pedro Sánchez ha culpado de esa judicialización y de la crisis catalana al Gobierno anterior de Mariano Rajoy asegurando que se trata de una «crisis heredada», aunque afirma que la asume con «lealtad institucional» para devolverla a la política «dejando atrás la judicialización que tanto dolor y fractura ha causado en la sociedad catalana y española».

No obstante, ha apelado también a la «responsabilidad» de todos los partidos presentes en el Parlamento de «arrimar el hombro para reconstruir la cohesión dañada». Algo que considera que se debe hacer en torno a propuesta de «España diversa que se enriquece en la pluralidad de sus identidades, lenguas, culturas y personas».

El candidato socialista ha defendido que en España no existe un único modo de vivir la identidad nacional y ha recordado que esa circunstancia era conocida por los padres de la Constitución, que lo plasmaron en el artículo 2 de la Carta Magna.

Ha dejado claro que «los sentimientos no pueden imponerse por la fuerza» y que la «clave» de la cohesión consiste en «compatibilizar sentimientos diversos bajo unas mismas reglas de respeto». En este sentido, ha apuntado que existe un sector amplio de la población catalana que tiene un sentimiento de «agravio» respecto de las instituciones centrales, que no siente reconocida y respetada su personalidad.

También ha mencionado que existe otro sector igualmente amplio de la población catalana que se siente «ignorado o tratado injustamente» por las instituciones de su propia tierra. Y además, en otros puntos de España, ha recordado el «rechazo» a las acusaciones que vierten algunos líderes independentistas sobre la España Constitucional.