Un hombre de 30 años de edad ha sido detenido en una operación conjunta desarrollada por agentes de la Policía Nacional de Pamplona y Castellón por raptar a su expareja cuando acudía a su trabajo en la capital navarra. El autor de los hechos fue localizado y detenido en la localidad de Vinaroz, a la que llegó en un trayecto de dos días.
La mujer fue liberada por los agentes en el momento que se produjo la detención del hombre, que ha ingresado en prisión provisional acusado de un delito de agresión sexual, detención ilegal y lesiones.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 9 de noviembre, cuando el detenido abordó a su expareja cuando esta acudía a su puesto de trabajo en Pamplona. Mediante amenazas consiguió que la joven entrase en el vehículo y la trasladó en coche en un trayecto de dos días sin rumbo fijo, hasta que fueron interceptados por los cuerpos policiales en Vinaroz (Castellón).
COLABORACIÓN ENTRE LA POLICÍA NACIONAL DE PAMPLONA Y CASTELLÓN
Agentes de la Policía Nacional de Navarra se pusieron en contacto con sus homólogos de Castellón, tras haber recibido el domingo una denuncia por la desaparición de una mujer.
Se recibió la información de que podría encontrarse rumbo a Castellón en su vehículo y acompañada de un hombre había sido su pareja sentimental. Inmediatamente fue comunicado el hecho a la comisaría de Castellón, que desplegó agentes hacia el norte de la provincia. Al mismo tiempo se comunicó la situación a los efectivos de la Guardia Civil, que se encargaron de cerrar la zona en la que podría encontrarse el vehículo.
Una vez que los agentes llegaron a la localidad de Vinaroz fueron informados por una de las patrullas de la Guardia Civil que habían localizado el vehículo, ocupado por un hombre y una mujer. En ese momento, se produjo la detención del raptor y fue trasladado a la Comisaría Provincial de Castellón.
Acusado de delitos de agresión sexual, detención ilegal y lesiones, fue puesto a disposición de la autoridad judicial. Esta decretó su ingreso en prisión.
NO ES UN CASO AISLADO
Aunque pudiera parecer algo poco habitual, la realidad es que el rapto de exparejas se da con cierta frecuencia. En el pasado mes de octubre, un hombre fue detenido en Sagunto (Valencia) por un hecho similar.
La Policía Nacional detuvo al hombre de 50 años después de que este raptase a su expareja. La retuvo en su domicilio y abusó sexualmente de ella, mientras que el sobrino del sospechoso, de 20 años y que también fue arrestado, impidió que la víctima saliese del domicilio.
Estos hechos tuvieron lugar después de que la mujer fuese abordada por el que era su pareja sentimental tiempo atrás. Este la obligó a que se subiese a su vehículo. Además accionó los seguros de las puertas para evitar su posible fuga y la llevó hasta su domicilio.
Una vez llegaron al lugar de residencia del detenido, este obligó a la víctima a entrar en la vivienda y dirigirse hasta una habitación. En ella la desnudó forzosamente y aunque la mujer trató de zafarse e intentó escapar de la casa, fue detenida. Tanto el agresor como el sobrino de este, que estaba en el domicilio, se lo impidieron.
Tras ser detenido por los agentes fue puesto a disposición judicial acusado por los delitos de abuso sexual y detención ilegal. Su sobrino, cómplice en los hechos, fue arrestado por un delito de detención ilegal.
DELITO DE DETENCIÓN ILEGAL
El delito de detención ilegal es uno de los más elaborados del ordenamiento jurídico. Este es un delito que atenta de forma directa sobre la libertad de las personas, siendo una variante del delito de coacciones.
No obstante, se diferencia de este último en que las coacciones atacan a la libertad genérica y la detención ilegal a conocida como libertad ambulatoria. Además, en las coacciones se emplea una violencia que no siempre está presente en la detención ilegal, tipificada en los artículos 163-168 del Código Penal.
En este sentido, según el artículo 163, aquella persona particular que encierre o detenga a otra persona, privándola de su libertad, será castigado con una pena de prisión de cuatro a seis años. Estas penas se aplican en el caso de que se trate de personas particulares, como en el caso de hombre de Castellón. En el caso de un funcionario público sería de aplicación el tipo agravado, lo que aumentaría la pena.
No obstante, el detenido en Vinaroz tras haber raptado a su expareja, también está acusado de un delito de lesiones y de agresión sexual. De esta manera, su pena podría aumentar.
DELITOS DE LESIONES Y AGRESIÓN SEXUAL
El delito de lesiones está dispuesto en el artículo 147 y siguientes del Código Penal. Se entiende como autor del mismo quien por medio de cualquier medio causa a otra persona una lesión. Esta debe afectar a su integridad corporal o a su salud física o mental.
En el caso del hombre detenido en Castellón tendría lugar por obligar a su expareja a introducirse en el vehículo. Además, también le podría haber causado lesiones a nivel psicológico por mantenerla retenida durante dos días.
La pena para una persona que comete un delito de lesiones puede ir desde una pena de prisión de tres meses a tres años a una multa de seis a doce meses. No obstante, las penas pueden ser superiores en función de los medios empleados, el resultado ocasionado y la vulnerabilidad de la víctima.
En cualquier caso, también se debe tener presente que no toda lesión se considera delito. Para que tenga tal consideración, la víctima debe requerir de tratamiento médico o quirúrgico tras haber recibido la primera asistencia por parte de los facultativos.
DIFERENCIA ENTRE AGRESIÓN Y VIOLACIÓN SEXUAL
Por su parte, la agresión sexual se encuentra tipificada en el artículo 178 del Código Penal. En él se indica que será castigado como responsable del mismo quién atenta contra la libertad sexual de otra persona, recurriendo para ello a la violencia o la intimidación.
Cabe diferenciarlo del delito de violación sexual, que se regula por el artículo 179 y que se trata de una forma agravada de la agresión sexual. La diferencia radica en que, en este caso, habría acceso carnal por vía anal, bucal o vaginal, o por el acceso de miembros corporales u otros objetos por vía anal o vaginal.
En el caso de una agresión sexual, la pena de prisión es de uno a cinco años. En una violación sexual, esta se eleva a entre seis y doce años de cárcel.