El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha viajado este martes a Londres para participar mañana en una Cumbre de la OTAN con motivo del 70 aniversario de la Alianza, pero que se produce en plena tensión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el de Francia, Emmanuel Macron; y el de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Sánchez, que viaja acompañado junto a la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, asiste este martes por la noche a la recepción que ofrece Isabel II en el Palacio de Buckingham, antes de las sesiones de trabajo del miércoles.
Además, Sánchez tiene previstas reuniones bilaterales con Erdogan y con los primeros ministros de Canadá, Países Bajos, Macedonia del Norte e Islandia, según han informado a Europa Press fuentes de Moncloa.
Las discusiones de los líderes no se prevén fáciles y ya este martes ha habido varias reuniones bilaterales entre las principales potencias aliadas. Las ya tradicionales críticas de Estados Unidos contra los aliados europeos por no gastar suficiente en Defensa han subido de tono este lunes, con Trump tachando de «delincuentes» a quienes están en esa situación.
A eso se ha sumado, en las últimas semanas, el malestar con Turquía por su operación en el norte de Siria. Esta operación llevó a Macron a decir que la OTAN se encuentra en «muerte cerebral», porque se trató de una «acción agresiva» de un aliado pero «no coordinada» con los demás, y la expresión no gustó ni al secretario general, Jens Stoltenberg; ni a la canciller alemana, Angela Merkel; ni a Trump, que las ha calificado de «insultantes».
Sin embargo, Macron no se ha retractado y ha insistido en que sus palabras fueron una llamada de atención. «El enemigo común hoy son los grupos terroristas. Siento decirlo, pero no tenemos la misma definición del terrorismo en torno a la mesa«, ha declarado Macron ante los medios, en una comparecencia en la que ha invitado a Erdogan a aclarar ciertas ambigüedades durante la cumbre de líderes de la OTAN, informa Reuters.
«Veo a Turquía luchando contra los que combatieron con nosotros contra Estado Islámico y, a veces, trabajando con socios de Estado Islámico», ha añadido el mandatario galo, en alusión la ofensiva militar lanzada a mediados de octubre en el noreste de Siria contra las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas.
Macron ha cuestionado también la compra por parte de Turquía de un sistema de misiles S-400 a Rusia, un contrato que, según ha apuntado Trump, podría derivar en sanciones. «Estamos mirándolo y hablando de ello», ha afirmado Trump.
Entre tanto, Turquía se niega a dar su apoyo a los planes de defensa de la OTAN para los países bálticos y Polonia, precisamente con el argumento de que la Alianza debería dar más apoyo a Ankara en su lucha contra las milicias kurdas en Siria.
EL PROGRAMA DE LA CUMBRE
Según el programa oficial de la cumbre, los jefes de Estado y de Gobierno se reúnen para tomar decisiones que garanticen que la OTAN sigue siendo eficaz en el futuro, entre ellas la inclusión del espacio como ámbito operativo, la actualización de su plan de acción contra el terrorismo y mejoras en la disponibilidad de las fuerzas aliadas.
También se abordará la cooperación con la UE, un aspecto de especial interés para España ya que es uno de los principales impulsores de la Europa de la Defensa; y la contribución de la OTAN a la lucha contra el terrorismo.
Se espera también una discusión estratégica sobre Rusia, sobre la emergencia de China y sobre el futuro del control de armas, además de analizar el gasto en defensa de los aliados europeos y Canadá, el llamado, ‘reparto de la carga’, que es la queja permanente de Estados Unidos.
Según los datos de la Alianza, 2019 es el quinto año consecutivo que los europeos y Canadá aumentan su gasto en defensa y en 2020 alcanzarán los 130.000 millones de dólares. La previsión es alcanzar los 400.000 millones en 2024.
Sin embargo, España sigue a la cola de los aliados en términos de gasto por PIB. Según las últimas estimaciones de Alianza, España se situará en 11.500 millones de euros en 2019, un 0,92 por ciento del PIB, solo por encima del 0,56 por ciento de Luxemburgo y rozando el 0,93 por ciento de Bélgica.
El Gobierno español alega, no obstante, que ese nivel relativamente bajo de inversión queda compensado con la elevada implicación de España en misiones internacionales. España tiene desplegados en el exterior cerca de 3.000 militares, de ellos cerca de 1.000 en misiones de la OTAN: 350 en Letonia en una misión de disuasión ante Rusia, otros 150 y una batería antimisiles en la frontera de Turquía con Siria, unos 70 en Afganistán y entre 200 y 300 en agrupaciones navales permanentes de la Alianza.
Estas cifras, inciden fuentes del gobierno, dejan claro que «España es un socio fiable, comprometido y solidario de la Alianza».