Inés Arrimadas enmienda los errores que no supo ver Albert Rivera

  • Arrimadas ha propuesto a Sánchez una investidura con su apoyo desde el principio.
  • La portavoz de Ciudadanos ha conseguido que el presidente en funciones se reúna con ella y Casado.
  • El futuro de la formación depende ahora de sus decisiones. 
  • Dice un dicho popular que de los fallos se aprende e Inés Arrimadas es un buen ejemplo de ello. La jerezana todavía no ha sido nombrada oficialmente presidenta de Ciudadanos, pero ya actúa como tal y ha empezado a encauzar el futuro del partido. En las últimas semanas la portavoz de la formación ha tomado algunas decisiones con cierta importancia, para Ciudadanos y para España. Y algunas de ellas Albert Rivera no supo verlas a tiempo.

    Queda aún mucho por definir de este nuevo Ciudadanos, sin embargo, algunas de las actuaciones de la portavoz están revelando cuáles serán sus líneas de actuación. Arrimadas ha hecho una de las cosas que su expresidente tardó casi cinco meses en hacer: proponerle un acuerdo de investidura a Pedro Sánchez. La previsible nueva líder de la formación no ha dudado en tender la mano al presidente en funciones para evitar que el futuro gobierno dependa de fuerzas independentistas.

    Son muchos los que han alabado esta decisión de la jerezana. Ven esta decisión como una muestra de coherencia política e ideológica, ya que precisamente la lucha contra el independentismo es una de las principales cartas de presentación de Ciudadanos. Todo lo contrario a lo que hizo Rivera tras las elecciones generales del 28 de abril. El catalán se aferró en el “no” a Sánchez, dejando escapar una oportunidad histórica para su partido. Ambas formaciones sumaban una mayoría holgada para haber propiciado una investidura. Sin embargo, la dejó escapar.

     

    Arrimadas parte de una situación mucho más desventajada. No tiene el amplio respaldo en la Cámara Baja como sí ocurría después de abril. En aquel momento consiguió 57 escaños, quedándose muy cerca del Partido Popular. Con el PSOE, que contaba con 123 diputados, hubieran sumado 180 asientos que garantizarían el voto favorable. Ahora se han convertido en la quinta fuerza con solo 10 parlamentarios, pero esto no mina los ánimos de la jerezana. La dirigente naranja ha cogido el toro por los cuernos y ha propuesto una alternativa que tilda como “constitucionalista” para evitar una coalición con Unidas Podemos y el apoyo del separatismo.

    Con solo un 3% de presencia en el Congreso está haciendo más ruido que otros partidos. De momento ha conseguido lo que parecía imposible después del abrazo entre Sánchez y Pablo Iglesias: que el presidente se cite con la derecha. Este lunes tanto Arrimadas como Pablo Casado se verán con el líder del PSOE. Un encuentro simbólico en el que intentarán que la situación vire hacia el centro-derecha, dando lugar a una gran coalición. Algo que a priori parece imposible. 

    INVESTIDURA CON CONDICIONES

    La portavoz de Ciudadanos ha asegurado que hará “todo lo que esté en su mano” para evitar un Gobierno sin mayorías. Ella propone “la vía 221”, que es el número que sumarían PP, PSOE y Ciudadanos. Todavía, sin embargo, son un enigma las posibles condiciones que el partido podría ponerle a Sánchez a cambio de su apoyo. Arrimadas podría optar por no exigir nada, partiendo de su minoritaria posición. O, por el contrario, podría seguir la senda que ya abrió Rivera de poner condicionantes, aunque ese camino no acabó como todos esperaban. 

    En septiembre, y a las puertas de la repetición electoral, el líder de Cs ofreció su apoyo a cambio de que el PSOE rompiera sus acuerdos con los partidos secesionistas en Cataluña o acabara con el Gobierno de Navarra. En esta ocasión Arrimadas ha sido más cautelosa y no ha hablado de condiciones irrevocables, solo de salidas constitucionalistas, a las que ha invitado a participar al PP. 

     

    La debacle de la formación naranja ha mejorado, si cabe, la relación entre ambos partidos. Los populares se han mostrado muy solidarios con la nueva situación de los de Arrimadas. Lamentaron la salida de Rivera y luego han intentado que Ciudadanos consiguiera puesto en la Mesa del Congreso. Ambas agrupaciones tienen acuerdos estables en varias comunidades y ya han demostrado su buena sintonía. El PP no quiere perder este gran aliado, que ahora afronta uno de sus peores momentos desde su nacimiento. 

    EL FUTURO DE CIUDADANOS CON ARRIMADAS

    Las negociaciones para lograr formar parte de un nuevo Gobierno han sido la primera gran iniciativa de Arrimadas. Todavía no está decidido quién relevará a Rivera al frente del partido, pero todo apunta a la jerezana, y su papel estos días la convierten en la principal sucesora. De hecho, nadie más se ha postulado oficialmente a ocupar este cargo. Además, son ya varias las voces internas dentro de Ciudadanos los que han reclamado que sea ella la que encarrile el futuro de la formación.

    Ciudadanos no ha tenido a otro presidente que no sea Albert Rivera. El catalán fue el primero en ocupar este cargo y bajo su mando el partido ha obtenido sus mayores logros. No obstante, un marcado viraje a la derecha y la ambición de superar al PP le hicieron perder su objetivo centrista, desembocando en el hundimiento en el que ahora está sumido. Arrimadas tiene en su mano el poder de solventar estos errores y volver a levantar un proyecto desde cero. Algo que por ahora ya ha empezado a intentar.