Los aplausos colectivos desde los balcones y ventanas para agradecer la labor de los sanitarios y los profesionales de servicios básicos se resisten a desaparecer pese al proceso de desecalada que está viviendo nuestro país tras dos meses de confinamiento por el coronavirus.
Así, se cumplen 63 días desde que se iniciaran los homenajes en las distintas ciudades y pueblos de todo el territorio nacional. La convocatoria surgió en redes sociales y aplicaciones de mensajería una vez que el Gobierno decretó el estado de alarma en marzo ante la propagación de la pandemia.
Con gran parte del país en la denominada fase 1, que permite la reapertura al público de los comercios con superficie igual o inferior a 400 menos cuadrados, las terrazas al aire libre y los mercadillos, o los paseos y la práctica de deporte a las 20.00 horas, han surgido mensajes en ‘WhatsApp’ que piden un «aplauso final» el domingo que ponga punto y final a la convocatoria diaria a las 20.00 horas.
Sin embargo, la Coordinadora Estatal de Mareas Blancas ha animado a no parar con los aplausos colectivos. «Animamos a toda laciudadanía a que sumen a más vecinas y vecinos para crear país, con o sin canciones, pero siempre con la humanidad y el respeto que se requiere», ha explicado en un comunicado, en el que ha reivindicado «que es necesario continuar con esos aplausos tan agradecidos y tan gratificantes» para los sanitarios.
La cita que comenzó a las 22.00 horas y pasó a los pocos días a celebrarse a las 20.00 horas para que pudieran sumarse los niños arrancó al principio del confinamiento con la luz de la luna para pasar a la claridad con el cambio horario el último domingo de marzo. Desde entonces, los españoles no han fallado a su cita diaria, en la que se ha podido conocer más a los vecinos del barrio.
También las redes sociales han permitido que muchas personas, organismos, colectivos e instituciones de toda índole agradezcan virtualmente la labor de estas personas con mensajes de aplausos que, en muchos casos, se adelantan a las 19.58 horas.
A lo largo de estas semanas, el homenaje desde los balcones ha servido además para que los trabajadores de la sanidad y otros servicios de emergencia hayan devuelto a los ciudadanos su agradecimiento, con aplausos recíprocos, sirenas y pitos desde los coches y mensajes en redes sociales, así como para fomentar contacto y unión con los vecinos desde los balcones.
Se han unido también, por ejemplo, desde conductores de autobuses urbanos, que han utilizado el claxon para sumarse al aplauso colectivo, hasta empleados de almacenes de supermercados, que espontáneamente han aplaudido como gesto de ánimo ante la dureza del trabajo.