Estoy a dieta, como poco y no adelgazo. ¿Por qué?

Con la llegada del verano y tras el confinamiento muchos se han propuesto o están en ello: perder esos kilos de más. Sin embargo no siempre se logra. Hay casos en que por más que te esfuerzas no pierdes peso, o muy poco, o muy lentamente. Es una queja común: «Estoy a dieta, como poco y no adelgazo». ¿Por qué ocurre? Vamos a darte las claves y cómo reforzar tu rutina para conseguir los resultados.

También ha saltado el debate de la influencia del confinamiento. Al parecer eses sedentarismo extremo puede haber provocado cambios metabólicos nada favorables a una posterior dieta. Por otro lado hay que tener en cuenta que cada cuerpo es un mundo y su metabolismo es muy particular, con lo que hay que adaptar la dieta: en cada caso qué comer, cómo comerlo y cuándo comerlo.

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Si duermes mal, la dieta no hará milagros

Muchos dicen que somos lo que dormimos, más que lo que comemos. Cada vez más investigaciones demuestran esa afirmación. Durante el sueño el cuerpo segrega las hormonas leptina y grelina, que influyen en el apetito y deben estar en equilibrio.

La falta de sueño hace que la leptina, encargada de la sensación de saciedad, esté en niveles bajos, lo que implica que tendrás más hambre durante el día. En cuanto a grelina, aumenta si no descansas bien y es la que estimula el apetito.