El gurú económico de Podemos señala al Gobierno por las residencias

  • Vicenç Navarro subraya la paradoja española sobre las familias.
  • El excatedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona señala al Gobierno.
  • Y asegura que el Estado apoya con escasa fuerza a la institución familiar.
  • Vicenç Navarro, miembro de la dirección de Podemos, recuerda en un artículo que «la retórica dominante en los mayores establishments políticos, mediáticos y culturales del país, la familia es la unidad central de la sociedad española, pilar de todos los demás».

    Pero el gurú económico del partido que lidera Pablo Iglesias asegura que esta percepción «entra en conflicto, sin embargo, con el escasísimo apoyo que el Estado español ofrece a las familias en este país. En realidad, este apoyo, ya sea en términos de transferencias públicas o en número de servicios públicos orientados hacia las familias, es de los más bajos de la UE-15».

    Y recuerda que «el gasto público en escuelas de infancia (en España, conocidas como «guarderías») es de los más austeros de la UE-15. Un tanto igual ocurre en cuanto al apoyo de gasto público para los servicios de atención a la dependencia, que incluyen desde los servicios domiciliarios de atención a las personas con discapacidades y gente de la tercera edad, hasta las residencias para atender los casos más graves de dependencia».

    El excatedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona afirma que «la elevadísima mortalidad por coronavirus entre los ancianos en tales residencias, una de las más altas de la UE-15, es una de las consecuencias de estos enormes déficits».

    PODEMOS ANTE EL RETO DE LA MUJER

    El ministerio de Igualdad que comanda Irene Montero, de Podemos, quizás se sienta aludido por Vicenç Navarro, que asegura que los citados servicios «a las familias son los menos desarrollados del muy subfinanciado Estado del Bienestar español. Y la causa de este enorme déficit es el escasísimo poder que la mujer tiene en este país, siendo ésta la que suple la gran escasez de tales servicios. Familia, en España, equivale a decir mujer».

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    La mujer en España, según Navarro, «atiende a las criaturas, adolescentes y jóvenes que viven en casa hasta los 29 años como promedio, a sus parejas y a las personas mayores, a la vez que un 61% trabajan, además, en el mercado de trabajo. La mujer española está sobrecargada, y no es extraño, pues, que tenga tres veces más enfermedades derivadas del estrés que el hombre«.

    «Esta centralidad y sobrecarga de la mujer en las tareas familiares caracteriza a las familias españolas, y es promovida por las fuerzas conservadoras, que reproducen una cultura arraigada históricamente en una ideología religiosa que asigna a la mujer el papel de cuidadora de la familia», añade.

    EL MODELO SUECO INSPIRA

    Navarro mira al norte de Europa quizás sin contextualizar el modelo de países escasamente habitados, dotados de grandes recursos naturales y escasamente proclives a la inmigración: «Una de cada cuatro personas adultas en Suecia trabaja en el sector público, mayoritariamente en los servicios del Estado del Bienestar (es decir, en sanidad, en servicios sociales, en educación, en vivienda, y un largo etcétera). En España es una de cada ocho».

    Podemos
    Iglesias

    El gurú de Podemos dice que «si tuviéramos el mismo porcentaje de empleo público que Suecia, tendríamos 3,2 millones más de personas pagando impuestos, y enriqueciendo el país, además de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y sus familias. Es más, estos servicios facilitan la integración de la mujer en el mercado de trabajo, compaginando su proyecto profesional con sus responsabilidades familiares».

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    Y añade: «De ahí que el porcentaje de mujeres que trabajan en el mercado laboral sea de un 80%, mucho mayor que en España (solo un 61%). Y para entender el enorme impacto de tales servicios tienen en la creación de empleo hay que saber que se ha calculado que por cada persona empleada en estos servicios se facilita que dos mujeres más puedan integrarse en el mercado de trabajo. En realidad, no hay inversión pública más eficaz para crear empleo que la inversión en el 4º pilar del Estado del Bienestar».