La Fundación Unoentrecienmil, con la colaboración de 12 prestigiosos investigadores pertenecientes a 10 centros de España, ha llevado a cabo un estudio durante los meses de confinamiento para analizar y conocer la repercusión de esta pandemia de COVID-19 en la investigación de la cura contra la leucemia infantil.
Según este trabajo, los investigadores valoran las consecuencias de la pandemia como devastadoras y aseguran que el camino para presentar la cura de la leucemia infantil se pospone un plazo mínimo de seis meses más, tras la paralización de los trabajos de investigación por el coronavirus, ante la necesidad urgente de volver a situarse en el punto en el que se encontraban antes de la pandemia.
Tras la vuelta al trabajo, los investigadores se tienen que enfrentar, además del tiempo, al problema de financiación que esta crisis trae consigo. «Tememos que la financiación va a bajar por dos factores: la caída de la recaudación y su derivación a la lucha contra el coronavirus», reconoce Dolors Marco, directora de Reputación Corporativa de la Clínica Universidad de Navarra.
Ante la situación complicada a la que se enfrenta la investigación para la cura de la leucemia infantil, Unoentrecienmil ha anunciado la concesión de su séptima beca de investigación, dotada con 100.000 euros, al proyecto ‘Inmunoterapia frente a la leucemia linfoblástica aguda de células T (LLA-T) con anticuerpos conjugados a fármacos’, liderado por la doctora María Luisa Toribio, profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Este proyecto se centra en la investigación de una terapia alternativa a la quimioterapia para los menores enfermos con LLA-T, cuya toxicidad es muy alta y supone una frecuencia de recaídas elevada. La doctora María Luisa Toribio ya identificó una diana molecular pre-TCR exclusiva de las células tumorales LLA-T que inician este tipo de leucemia.
Ahora trabaja por la obtención de evidencia preclínica de que la inmunoterapia con un anticuerpo anti-pre-TCR humanizado -unido a drogas citotóxicas ya usados en clínica- impide la progresión tumoral y las recaídas, preservando la integridad de las células T normales. Toribio continúa así con el desarrollo de una investigación que comenzó hace tres años con su equipo tras recibir la IV beca de Unoentrecienmil.
De acuerdo con la propia investigadora, María Luisa Toribio, cuyo trabajo también se ha visto afectado por el COVID-19, «la asignación de esta beca supone ir un paso más allá y tener la oportunidad de continuar con un estudio que emprendimos hace tres años gracias a la IV beca de Unoentrecienmil». «Nuestro objetivo ahora es recuperar el tiempo que hemos perdido y trabajar por la validación del potencial terapéutico de un anticuerpo que ya tenemos identificado en modelos de leucemia linfoblástica aguda de linfocitos T in vivo como paso previo para su traslado a la clínica», añade.
Tras esta concesión, y desde el lanzamiento de su primera beca en 2014, Unoentrecienmil ha destinado ya más de 1.400.000 euros a la investigación de la leucemia infantil para conseguir encontrar su curación, gracias a proyectos como Cunina.