El síntoma principal que sufren las personas que son portadoras del covid-19 es la fiebre, esto se ha corroborado cuando ingresan a los hospitales. Seguidamente, están tos (73,1%), dificultad respiratoria (57,5%), fatiga (43,2%), diarrea (24%), anorexia (19,7%) y anosmia (7,4%). El perfil clínico de las personas que son hospitalizadas por el coronavirus se clasifica de la siguiente manera: 57,2% de los casos son hombres y la edad media de los contagiados es de 69,4 años. Los anteriores datos son algunos de los hallazgos que pudo constatar el Registro Clínico SEMI-COVID-19, en el participaron más de 19.000 pacientes y unos 686 investigadores pertenecientes a 150 hospitales.
Luego de hacer ejecutado un seguimiento de aproximadamente 17.000 pacientes del estudio mencionado, y teniendo en consideración a las personas que fueron dadas de alta o que murieron, se pudo corroborar cuales fueron los síntomas que tenían al ingresar al hospital. Así mismo, se determinaron los hallazgos cotidianos de su exploración física, los tratamientos implementados y las más reiteradas complicaciones y pronósticos presentados.
Según los resultados acontecidos después de la exploración física, entre los pacientes que fueron hospitalizados en España con coronavirus, se tiene que la fiebre (52%), ruidos anormales a la auscultación (53,8%), taquipnea (31,5%), taquicardia (24,8%), saturación de oxígeno inferior al 90% (17,9%), confusión (12%) e hipotensión (6,3%); fueron las condiciones clínicas que experimentaron estas personas.
Verificando las primordiales complicaciones que se diagnosticaron en las personas portadoras del coronavirus, se tiene la aparición del el Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (33,8% de los pacientes), la neumonía bacteriana asociada a mal pronóstico (10,9% de los casos) y la sepsis (6,2%).
Del mismo modo, la tasa general de mortalidad se ubicó en el 20,9%, en tanto que la de ingreso en UCI fue de 8,6% y el reingreso hospitalario rondaba el 3,8%.
El análisis exhaustivo de los datos fueron esenciales para que los investigadores pudieran clasificar a los infectados por Covid-19, esto se produjo a partir de cuatro grupos fenotípicos dependiendo del tipo de síntomas y las características clínicas que tienen los pacientes al instante de ingresar a los hospitales. Es un escenario que tranquilamente puede utilizarse como guía para evaluar una mejoría empeoramiento de la condición clínica. Por otra parte, los pacientes que solo experimentaron los clásicos síntomas de fiebre, tos y disnea manifestaron una recuperación positiva; sin embargo, todos aquellos que tuvieron vómitos y diarrea, que sufren de artromialgia, dolor en articulaciones y/o músculos, dolor de cabeza y dolor de garganta, fueron los que evidenciaron un pronóstico reservado. En detrimento de ello, aquellas personas que experimentaron síntomas asociados al resfriado común o una evidente perdida de gusto y olfato, son los que contaron con un mejor pronóstico.
Entre los hallazgos sorprendentes que se obtuvieron en una de las investigaciones que estaban relacionadas al Registro SEMI-Covid-19, es que contar con azúcar alta en la sangre (hiperglucemia), anexando a personas que no son diabéticas, representa un factor de peligro potente e independiente de mortalidad en infectados por Covid-19. Para los autores del análisis, expresan que la detección de la hiperglucemia en aquellas personas que no sufren de diabetes, es un requisito indispensable de prevención y combate al coronavirus, originando que el tratamiento de estos individuos deba ser temprano y obligatorio.