El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha llamado este miércoles al diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro «patriota centralizador» por cuestionar el acercamiento de presos de ETA mezclando «momentos históricos diferentes», en alusión a que los traslados se aprueban cuando ha transcurrido una década desde que la «sociedad derrotó a la banda terrorista aplicando la ley».
Grande-Marlaska ha ironizado por la insistencia de Vox en preguntarle en las sesiones de control en el Congreso por los acercamientos de presos de ETA, reiterando que si cree que hay un «supuesto pacto contrario ley penitenciaria» lo que tiene que hacer es demandarle ante los tribunales. También ha reprochado que el partido de Santiago Abascal aluda a la «coherencia» y «valores». «Es como cuando escucho a su líder hablando de esfuerzo personal y de chiringuitos», ha dicho.
El titular del Interior, como en anteriores ocasiones, ha tirado de hemeroteca para recordar declaraciones de Gil Lázaro en su etapa como portavoz del PP en las que «defendió cesiones al terrorismo en sede parlamentaria». Gil Lázaro, por su parte, ha citado a Grande-Marlaska en su etapa como juez, cuando negó acercamientos a etarras y dijo que el cese definitivo de ETA «no era causa» para cambiar la estrategia antiterrorista.
En este sentido, Gil Lázaro ha vinculado los acercamientos de etarras con el «sucio pacto» con EH Bildu y el ministro le ha reiterado que «usa el terrorismo con fines políticos», exigiéndole una rectificación «ante la gravedad de sus manifestaciones».
«Ni razones de legalidad, ni criterios técnicos», ha señalado Gil Lázaro, afirmando que los «acercamientos de presos en lote» se llevan a cabo sin que pidan perdón ni colaboren con la justicia y, en algunos casos, en contra del criterio de las juntas de tratamiento, citando el caso de Juan Ramón Carasatorre, condenado por el asesinato de Gregorio Ordóñez.
Además, ha recordado que el propio Grande-Marlaska reconoció en el pasado que los traslados de etarras era «cuestión de política, no de los tribunales», reprochándole que ahora le rete a llevar ante la justicia sus decisiones semanales para acercar a presos de ETA.
«Usted le dijo a las asociaciones de víctimas que esto no se iba a producir nunca», ha continuado Gil Lázaro, mencionando el primer encuentro de las asociaciones de víctimas con Grande-Marlaska, donde aseguró –según estas organizaciones– que los acercamientos serían puntuales y no afectarían a terroristas con largas condenas aún por cumplir, ni con delitos de sangre.