Ana Camíns: una incómoda infiltrada en el reino de Isabel Díaz Ayuso

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras su impecable éxito electoral, necesita un partido unido. Pero en su lista electoral sorprendía la presencia de un polizón dentro de la formación. Nadie entiende muy bien qué ha pasado con la secretaria general del PP de Madrid, Ana Camíns.

Esta dirigente política se mueve por promesas, pero pocas de las que le han hecho desde el partido se han cumplido hasta la fecha. Le prometieron una consejería y no se la dieron; después le aseguraron desde la cúpula del PP que heredaría el control del partido en Madrid y ahora los mismos con los que apalabró ese cargo se han echado atrás y le han dado su aval, con lógica en clave electoral en la mano, a la presidenta autonómica.

Y a esto hay que añadir que quien ostentará la presidencia del PP de Madrid es Isabel Diaz Ayuso, la misma persona a quien encargaron a Camíns vigilar de cerca al incrustarla como número tres en las listas electorales. En cualquier caso, Camíns ha aspirado a ascender a golpe de relaciones personales con la cúpula popular y no ya tanto por méritos propios, desconocidos para el gran público. Mala estrategia que ahora le pasa factura.

El problema es que la actual secretaria general del PP de Madrid está en una encrucijada. Casado le encargó controlar a Ayuso incrustándola en el número tres de la lista electoral; y a cambio se hablaría (otra vez) de convertirla en consejera o incluso de retomar la carrera por presidir el PP de Madrid. Pero el hecho de que el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, saliera ante los medios asegurando que Ayuso era la adecuada para coger las riendas de la formación en la capital fue un jarro de agua fría que echó por tierra las aspiraciones de la también senadora. En cualquier caso, Camíns representa esa «guerra sucia» interna en el partido en la que se pretende balancear el poder de la presidenta de la Comunidad de Madrid, cosa que incomoda a una buena parte del PP madrileño.

La presidenta popular no ha llegado a donde está sin sufrir ataques constantes. Sánchez y el exvicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, interpretaron que la presidenta de la Comunidad de Madrid era el punto débil del PP y el mejor modo de intentar salvar su pésima gestión a nivel nacional. Señalar a Ayuso como foco del mal parecía un gran plan hasta que la presidenta autonómica y su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero (número dos en las listas) llevaron a cabo sus políticas y tuvieron un innegable éxito. Ahora Madrid es una de las pocas regiones donde se puede trabajar con libertad, donde la hostelería respira y donde los ciudadanos pueden moverse con más libertad que otras regiones ofreciendo unos datos de contagios similares a los de otras comunidades. Ayuso ha hecho méritos para ganarse los galones y ahora, la misma cúpula del PP, aupada en las encuestas gracias a la victoria de la presidenta autonómica el pasado 4 de mayo, se ha pasado al bando de la baronesa y ha dejado a sus agentes encubiertos sin amparo y al descubierto.

INQUIETUD EN EL PARTIDO

Primero fue Sánchez quien creyó que Ayuso era una rival perfecta que permitiría esconder bajo la alfombra todas sus carencias en su gestión de la pandemia. Pero ahora han cambiado las tornas. Tal es la inquina del presidente del Gobierno hacia la presidenta autonómica que incluso ha intentado tumbarla mediante el estilo Sánchez (moción de censura) llegando a un oscuro acuerdo con Ciudadanos, pero salió mal. En el PP saben perfectamente quién es el enemigo a batir y son conscientes de que en estos momentos hace falta un partido unido y consolidado que pueda hacer frente a Sánchez. La Comunidad de Madrid ha sido el principio de la derrota de la coalición de izquierdas, pero para eso hay que trabajar sin personajes que socaven el empuje del PP de Madrid.

Camíns
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto con la inesperada compañía en el balcón de Génova . ¿Qué pintaba Ana Camíns en el balcón tras ganar las elecciones? El gran público se preguntaba, ¿y esa quién es?

Hay inquietud en el PP, y mucha, porque parece que las listas no fueron tal y como habría querido la presidenta (aunque ahora la líder popular tenga más libertad que nunca). Ayuso no tuvo total libertad para elaborar sus listas y esto ha generado cierta tensión en un contexto electoral que se podría haber evitado. De número tres le ha venido impuesta quien ya competía en ambición por querer hacerse con la presidencia del PP de Madrid y quien ya aspiró en su momento a ser consejera por designio de Casado. Y como todo se fue al traste, ahora ha recaído en las listas de Ayuso.

Ana Camíns tiene una larga relación con la Comunidad de Madrid. Ha querido ser consejera, cargo que perdió en el último momento, quiso ser la número dos en las listas (aunque le pararon los pies y la dejaron en el tercer puesto) y ahora pretende ser presidenta del partido en la capital, algo que se le escapa de las manos ante el avance de Ayuso. Que en ese contexto apareciera la imposición de Camíns en ese puesto tan alto de la lista hizo que más de uno sospechara…

Es una evidencia para el grueso del partido, que el incluir un perfil pseudo desconocido como el de Ana Camíns no aportó ni un solo voto más al Partido Popular porque es irrelevante para los madrileños. De hecho, nadie se explica por qué Camíns aparece en todas las fotos de los dirigentes del partido junto a la cúpula. ¿Qué pinta ahí? Nadie lo entiende a excepción de su único fan y fiel valedor Ángel Carromero, director general de coordinación del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.

¿ANA QUÉ?

«¿Quién es Ana Camíns?», es la respuesta que más se escucha cuando se buscan en Génova opiniones sobre la senadora. Muchas veces cuesta obtener información sobre determinados perfiles dentro de un partido político. Es curioso que se la conozca tan poco, puesto que aglutina hasta seis cargos gracias a la formación. Pero en cualquier caso, que haya aparecido como número tres en la lista del PP a las elecciones de la Comunidad de Madrid hizo que se disparasen las alarmas y que hasta los que respondían «¿Ana qué?» se pusieran las pilas. No ha destacado por sus discursos o sus intervenciones como senadora. Ni siquiera por haber sido un perfil político con carisma. Su mayor acierto, según fuentes consultadas, es a todas luces insuficiente: el de cultivar una buena amistad de Pablo Casado. Su papel de «comisaria política» impuesta por  Genova ha creado todo tipo de recelos. Los que la impulsaron a esa posición, hoy reniegan tras el éxito electoral de Díaz Ayuso.

Destacados miembros del Partido Popular, comentan con cierta sorna que Ana Camíns quiere dejar sin trabajo a media España. Es secretaria general del Partido Popular de Madrid, senadora por el PP, diputada popular en la Asamblea de Madrid, vicepresidenta segunda Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo Vocal Comisión para políticas integrales de la Discapacidad, vocal en la Comisión de Derechos de la Familia, la Infancia y la Adolescencia y vocal en la Comisión Mixta para la Coordinación y seguimiento de la estrategia española para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.

Ha hecho falta un párrafo para detallar los cargos que ahora ostenta. Algunos son orgánicos y otros derivan del que tiene, pero de cada comisión conlleva una buena cantidad de dinero. Sin embargo, los cargos que más le duelen a la senadora son los que aún no ha conseguido: el de consejera de la Comunidad de Madrid o el de presidenta del PP de Madrid. Y es ahí donde está la clave.

Lo de ser consejera fue la tierra prometida que nunca alcanzó, pero lo que todos tienen claro es que si Camíns quiere aterrizar en la Comunidad de Madrid como consejera o como presidenta del PP en la capital no es por dinero, ya que cobra más que el presidente del Gobierno literalmente. La senadora tiene un sueldo bruto anual de 109.926,88 euros, si se suman las retribuciones de todos sus cargos (de algunos solo cobra si acude a según que actos y de otros tiene un salario mensual fijo).

no se le recuerda una sola intervención brillante, ES CONOCIDA POR SU PERFIL MAS FOTOGENICO AL ESTAR EN TODAS LAS FOTOS AL LADO DE CASADO Y AYUSO

Con estos datos sobre la mesa, que no todos en Génova conocen, la pregunta que se hacen las fuentes es la misma: ¿por qué tanto cargo y tanto dinero para alguien con un perfil tan gris?. En el PP hay más de uno que considera desproporcionada la confianza con la que cuenta la senadora dado que no se le recuerda ni una sola intervención brillante, por no hablar de que a nivel político no hay nada excesivamente relevante en su currículo.

Si acude a las entrevistas, el perfil que mantiene es el suyo: bajo y sin comentarios fuera de lugar. Si se le pregunta sobre sus aspiraciones a la presidencia del PP de Madrid responde con la plantilla de político y asegura que no es el momento de hablar de esas cosas. Y si se le pregunta sobre Ayuso, solo tiene elogios para aquella presidenta a quien tiene la misión de controlar.

El problema es que el trabajo de la senadora tampoco habla demasiado bien de su proyección. Esos más de 100.000 euros brutos los considera amortizados tras haber hecho en 2020 solo siete preguntas orales en el Senado. Ni una más. Entre ellas, al entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, le preguntó por el baile de cifras de fallecidos por el Covid-19 del propio Ministerio; junto a la escolarización de los menores que necesitan educación especial.

hay más de un dirigente popular que teme que la actitud desleal de Camíns pueda afectar al partido

Camíns está para controlar, para ver qué hace Ayuso y ver hasta dónde llegan sus aspiraciones. Es una polizón en un barco que se llama PP de Madrid, y que aspira a tener un cargo relevante (otro más que sumar a la lista). Por todo esto, hay más de un dirigente popular que teme que la actitud desleal de Camíns pueda afectar al partido. Y más en un contexto en el que lo que está en juego es mucho. Ayuso podría acabar con la trayectoria política de Iglesias y demostrar a Sánchez que podría haberse evitado tanta ruina con una política eficiente.

Veremos si los infiltrados no lo evitan.