La región mediterránea se está convirtiendo en una región propensa a registrar incendios forestales, mientras la intensidad de los fuegos que afectan a Turquía alcanza nuevos récord, según concluye el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS).
Según ha detallado el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), en Turquía y el sur de Italia, los datos muestran que las emisiones y la intensidad de los incendios forestales están aumentando con celeridad, mientras que países como Marruecos, Albania, Grecia, Macedonia del Norte y Líbano también se están viendo afectados.
El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, implementado a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio en representación de la Comisión Europea y con financiación de la UE, ha destacado que monitoriza los incendios forestales graves en el área mediterránea, donde se han producido algunos incendios cerca de centros turísticos costeros que han dado lugar a evacuaciones.
En este sentido, ha puesto de relieve que «los penachos de humo derivados de estos incendios pueden apreciarse incluso vía satélite conforme atraviesan la cuenca del Mediterráneo oriental desde el sur de Turquía».
Ante la ola de calor que actualmente azota al sudeste de Europa, el peligro de incendio se mantiene elevado en la región, sobre todo en buena parte de Turquía y en torno al Mediterráneo. «Los datos del CAMS muestran que el total diario del poder radiativo del fuego en Turquía ha alcanzado valores sin precedentes en todo el conjunto de datos, que se remonta hasta 2003», ha subrayado.
Asimismo, los científicos del CAMS han alertado de que los incendios forestales están emitiendo a la atmósfera grandes cantidades de contaminación generada por el humo. Las previsiones sobre la profundidad óptica de los aerosoles y sobre las concentraciones de materia particulada (PM2,5) en superficie suministradas por el CAMS muestran unos elevados valores en Turquía y en la región del Mediterráneo oriental, lo que refleja la gran magnitud de estos incendios.
Además, otros países colindantes se están viendo cada vez más afectados por los incendios conforme pasan los días. También se han producido varios incendios forestales en Italia, Albania, Marruecos, Grecia, Macedonia del Norte y Líbano desde finales de julio. La intensidad de la ola de calor está incrementado el peligro de incendios en esta área.
Mark Parrington, científico sénior y experto en incendios forestales del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) del CEPMPM, explica: «Estamos monitorizando estrechamente la intensidad de los incendios en Turquía y alrededor de la región mediterránea, así como sus efectos sobre la atmósfera».
A su juicio, «resulta especialmente importante vigilar de cerca estos incendios de elevada intensidad, ya que el humo que emiten puede afectar a la calidad del aire a escala local y en las zonas a sotavento». «Nuestros datos ofrecen información prácticamente en tiempo real sobre la intensidad de los incendios y sus repercusiones a mayor escala, como los efectos de sus emisiones de humo y su impacto sobre la calidad del aire», ha añadido.
El Sistema de predicción global de incendios (GEFF, por sus siglas en inglés) del CEPMPM genera datos para la previsión de peligro de incendio del Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus. Las previsiones arrojan valores entre muy elevados y extremos para el sudeste de Europa.
«Aunque esto no resulta inusual en esta época del año, las olas de calor en estas regiones generan las condiciones ideales para que los incendios se propaguen en caso de ignición. De hecho, los incendios también precisan de una fuente de ignición, que no cabe atribuir únicamente a las condiciones de calor y sequedad, sino más bien a una combinación de diversos factores, entre ellos, la acción del hombre», ha concluido.