Ferraz apuesta por Lobato y por mantener el «patriarcado» que ha hundido al PSOE-M

La secretaría general del Partido Socialista en la Comunidad de Madrid ha estado ocupada desde su creación en 1977 por un hombre. Un «patriarcado» en toda regla que solo se interrumpió desde 2015 a 2017 cuando casi por accidente la ahora alcaldesa de Getafe, Natalia de Andrés, se hizo con el control del partido. Asimismo, solo Cristina Narbona y la actual Isaura Real se pusieron a manos de la Comisión Gestora durante unos meses sin ser elegidas. Solo durante dos años y unos pocos meses de los 44 años de historia de la división autonómica socialista, el partido estuvo liderado por mujeres y la tendencia descendente en votos refleja que este «patriarcado» instaurado a lo largo del tiempo en el partido no ha dado resultados.

Alonso Puerta, Joaquín Leguina, Tomas Serrano, Jaime Lissavetzky, Rafael Simancas y José Manuel Franco son los políticos que han ostentado el poder del PSOE-M desde hace décadas. Estos hombres han ocupado la secretaría general del partido que solo consiguió la mayoría absoluta en 1983 y que desde 1995 siempre ha ocupado el lugar de la oposición en la Asamblea de Madrid. Es más, los resultados del partido han ido mermando a medida que bajaba pasaba el tiempo y desde 2007 no consiguen superar el millón de votos.

Estos hombres han ocupado la secretaría general del partido que solo consiguió la mayoría absoluta en 1983 

Por una extraña razón, a excepción de Natalia de Andrés, no ha habido una mujer al frente de los socialistas de la Comunidad de Madrid. Llama la atención puesto que el PSOE ha sido un partido de ideología feminista que siempre ha dado su lugar a las mujeres en la cúpula. Este es el caso de Pedro Sánchez que ha presumido en múltiples ocasiones de tener un equipo formado por mujeres especialmente en la reciente remodelación de Gobierno en la que ha puesto al frente de las carteras ministeriales a válidos perfiles femeninos. Sin embargo, en la división autonómica del partido no se ha dado esta situación y Ferraz sigue apostando por hombres al frente del barco.

EL PATRIARCADO CONTINÚA TAMBIÉN EN LAS PRÓXIMAS PRIMARIAS

Pero dejar la secretaría general del partido en manos de una mujer próximamente tampoco se va a dar. Tras el batacazo en las urnas, el partido decidió destituir al histórico José Manuel Franco y buscar un nuevo líder de la formación. El próximo mes de octubre se elegirá al nuevo secretario y las candidaturas con más tirón parecen seguir la tónica masculina.

Los aspirantes con más papeletas para ganar las primarias de octubre son Juan Lobato, exalcalde de Soto del Real, y el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala. Voces feministas del partido como la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Mercedes González, se ha pronunciado y ha recalcado su apoyo a la candidatura de Lobato que pretende rejuvenecer el partido. Asimismo, las alcaldesas socialistas del sur han reiterado su apoyo a Ayala bajo la firma ‘rearmar el PSOE’ desde el municipalismo.

No obstante, aún queda una opción para que la secretaría general sea ocupada por una mujer. Este es el caso de Eva Llarandi, una concejal de Paracuellos del Jarama que ya ha anunciado que se presentará a las primarias en las que los 13.000 militantes del partido elegirán a su líder. No obstante, Llarandi no cuenta con la confianza de Ferraz como Lobato.

De este modo todo parece indicar que el nuevo secretario general del PSOE va a ser un hombre como desde hace cuatro décadas así ha sido. Un perfil masculino para hacer oposición a Isabel Díaz Ayuso, a Rocio Monasterio, a Carolina Alonso y a Mónica García en la Asamblea de Madrid. Un hombre al frente del PSOE-M para guiar un partido que se mide con otras formaciones capitaneadas por ambiciosas mujeres líderes.