El Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) Michal Bobek ha afirmado este miércoles que la energética rusa Gazprom tiene derecho a impugnar ante la Justicia europea a través de su filial suiza la revisión de la directiva comunitaria del gas que afectó al gaseoducto Nord Stream 2.
La normativa europea del gas fue modificada en abril de 2019 para hacer que las normas aplicables a los gasoductos de transporte que conectan dos Estados miembros o más también fuesen aplicables a aquellos que tienen destino u origen en países terceros.
Nord Stream 2 AG, filial suiza de Gazprom que tiene encomendada la construcción y explotación del gasoducto con el que Rusia suministrará gas a través del mar Báltico directamente a Alemania y desde allí hacia Europa occidental, era la única empresa afectada por esta revisión.
Por eso, impugnó ante el TUE los cambios de la directiva, pero la Justicia europea declaró inadmisible su recurso La filial suiza de Gazprom interpuso entonces un nuevo recurso, de casación, ante el Tribunal de Justicia de la UE.
En sus conclusiones, el Abogado General considera «incorrecto» el razonamiento del auto que defendía que la modificación de la normativa no afecta directamente a Nord Stream 2 por el mero hecho de tratarse de una directiva.
Con respecto a si la modificación de la directiva realmente afecta a la filial suiza de Gazprom, Bobej concluye que «puede producir efectos jurídicos al hacer extensivo el ámbito de aplicación de la directiva del gas a situaciones, como la situación particular de esa empresa, a las que anteriormente no les era de aplicación dicho acto jurídico».
Así, el letrado añade que la situación de la empresa «se verá inevitablemente alterada» porque «tendrá que vender todo el gasoducto Nord Stream 2 o la parte de este sometida a la jurisdicción alemana, o transferir la propiedad del gasoducto a una filial separada».
El Abogado General también ha concluido que las disposiciones de la directiva sobre el acceso de terceros y la regulación de tarifas «suponen para Nord Stream 2 AG nuevas restricciones legales que modifican su situación jurídica y que, por tanto, le afectan directamente».
Por otro lado, las conclusiones de Bobek apuntan a que la modificación de la directiva también afecta «individualmente» a la filial suiza de Gazprom porque la construcción del gasoducto se encontraba ya «en un estado muy avanzado» cuando fue aprobada, lo que provoca que la sociedad no podía acogerse a las exenciones o excepciones que contempla la normativa.