Colau ve su fin y busca incrustarse con Díaz para sobrevivir con sueldo público

Ada Colau ve su final político al frente del Ayuntamiento de Barcelona. La alcaldesa de la Ciudad Condal ha visto como su equipo de confianza la ha abandonado. Unos, como Gerardo Pisarello y Jaume Asens, para ir al Congreso de los Diputados, y otros para abandonar definitivamente el barco antes de su hundimiento, como su número dos y mano derecha, Joan Subirats, quien dimitió en julio de este mismo año. Otras de las personas de su máxima confianza también decidió retirarse, como Gala Pin y Mercedes Vidal.

Año tras año, Colau ha visto como sus compañeros han ido abandonando Barcelona. Todo su interés era por un puestazo y su sueldo público, como se ha visto. La actual alcaldesa no quiere ser menos. Barcelona en Comú, la formación que le da su apoyo para gobernar la ciudad, está de capa caída y con una popularidad en mínimos ante la creciente inseguridad y polémicas políticas, como el «urbanismo táctico» o recoger la basura puerta a puerta.

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona

Los atracos son más habituales de lo común, mientras los bloques de hormigón crecen como setas en otoño en las aceras e incluso la calzada de Barcelona. La medida estrella de recoger la basura ha sido un estruendoso fracaso, mientras se miran con lupa cada uno de los contratos públicos.

Colau ha confirmado a sus más allegados que no continuará al frente del Ayuntamiento de Barcelona si las encuestas le dan un mal resultado. Pero no quiere irse sin un puesto asegurado, ya sea en la ONU o bien con la plataforma de Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno de Pedro Sánchez. Todo para continuar viviendo del sueldo público y en el Congreso, si entra en las listas por Barcelona, tendría un puesto asegurado.

LOS POSIBLES ASIENTOS DE COLAU EN EL CONGRESO PARA MANTENER SU SUELDAZO

No sólo existe una motivación profesional para mantenerse en política, aunque cabe recordar que un diputado raso cobra 70.143,36 euros anuales en catorce pagas, prácticamente el 45% de sus 100.000 euros brutos anuales actuales. Para poder alcanzar el mismo nivel, Díaz tendría que designar a Colau en algún puesto relevante dentro de la Cámara Baja, como integrante de la Mesa del Congreso o bien portavoz, o presidir alguna de las Comisiones. Cualquiera de estos cargos le otorgaría ese sueldazo y por tanto esquivaría la pérdida de salario.

Ni una sola crítica para Jaume Collboni. El PSC se ha puesto de perfil en Barcelona

Otro de los fundamentos de su marcha del Ayuntamiento se centra en el ámbito personal y la pérdida de su círculo de confianza. Hasta ahora, la regidora y exdirigente de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca se encuentra vacía desde la salida de Joan Subirats, el pasado mes de julio. El número dos de Colau era el último en cerrar la puerta entre los miembros de este núcleo. «Esta dimisión fue un mazazo para ella», según han asegurado quienes la conocen a MONCLOA.com.

Colau no cuenta con referencias dentro del Consistorio ni tampoco tiene un personal de confianza como en la primera de sus legislaturas. Además, está constantemente en la diana de todos, pese a gobernar con el PSC. «Ni una sola crítica para Jaume Collboni. El PSC se ha puesto de perfil en Barcelona, como si estuviera en la oposición. Y no, está gobernando», se han quejado las mismas fuentes.

COLAU TOMARÁ LA DECISIÓN EN BASE A LAS ENCUESTAS

Las mismas fuentes destacan que está esperando al resultado de las encuestas. En poco más de un mes se dará a conocer la tercera ola del Centro de Estudios de Opinión, el conocido CIS catalán, que podría suponer un auténtico varapalo para En Comú Podem y por ende, para Ada Colau. «Todo apunta que el terreno está más que preparado para que los socialistas arrasen en 2023«, han destacado las mismas fuentes. Los socialistas aún no tienen un claro candidato, pero fuentes internas del partido han sostenido que Jaume Collboni no tendría rival. Incluso sonaba y suena el nombre de Salvador Illa para retomar el poder municipal en el corazón de Cataluña.

La alcaldesa de Barcelona se enfrenta ahora a la tesitura de dimitir y dejar paso al siguiente en la Alcaldía, pero antes trata de asegurarse el puesto en la plataforma de Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo, que apunta a la candidatura para ser la presidenta del Gobierno, trata de aunar a la izquierda más radical y moderada del arco parlamentario. Su idea es unificar a Compromís, Más País y Unidas Podemos.

Colau busca una salida para evitar afrontar la derrota sola. «En la calle hace mucho frío«, han apuntado las mismas fuentes. Se ha visto como trata Podemos a los díscolos, como ha ocurrido este fin de semana con Alberto Rodríguez, quien se ha quedado solo en su querella contra Meritxell Batet por quitarle el escaño.

NO OCULTA SUS ENCUENTROS CON YOLANDA DÍAZ

En un principio, la alcaldesa podría tener su refugio en alguno de los múltiples asientos de la ONU si finalmente no fragua su pretensión de incrustarse en la lista de Díaz. «Sería una de las opciones», han indicado las fuentes consultadas. Asimismo, queda completamente descartado que Colau pueda hacer sombra a Jéssica Albiach, líder de En Comú Podem. «Albiach tiene asegurada su candidatura a la Generalitat», han argumentado las mismas fuentes.

No ha pasado desapercibido tampoco su intensa agenda pública con Díaz en los últimos meses. «Se han visto prácticamente todos los meses desde junio«, han indicado las mismas fuentes. Coincidiendo, curiosamente, con la salida de su mano derecha.

El encuentro más polémico se produjo en Barcelona, con el rechazo de los ‘morados’ y de Díaz a la ampliación de una de las medidas estrella del Gobierno hacia Cataluña. Ambas se mostraron en contra de los 1.700 millones de inversión para defender un terreno privado, en cuyo interior se encuentra la laguna de La Ricarda. La última vez que se las ha visto públicamente fue la pasada semana, en el Congreso de los Diputados.

Por otro lado, las mismas fuentes apuntan que la campaña de desprestigio contra Colau por la inseguridad. Sus argumentos se basan en que la delincuencia se comete por los «multirreincidentes«, como ocurría en la época de Xavier Trias.