El Comité de Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha anunciado que está volviendo a evaluar los casos de hemorragias menstruales abundantes (períodos abundantes) y ausencia de menstruación (amenorrea) tras recibir las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer y Moderna.
El Comité había analizado previamente estos problemas de menstruación y concluyó en aquel momento que las pruebas «no apoyaban una relación causal entre estas vacunas y los trastornos menstruales».
A la vista de nuevos hallazgos, el PRAC ha decidido «evaluar más a fondo los casos de menstruación abundante o amenorrea tras la vacunación», solicitando una evaluación «en profundidad de todos los datos disponibles, incluidos los informes de los sistemas de notificación espontánea, los ensayos clínicos y la bibliografía publicada».
«En esta fase, todavía no está claro si existe una relación causal entre las vacunas contra la COVID-19 y los casos de periodos abundantes o amenorrea. Tampoco hay pruebas que sugieran que las vacunas afecten a la fertilidad», aclara el organismo regulador europeo.
Los trastornos menstruales son muy comunes y pueden ocurrir con una amplia gama de condiciones médicas subyacentes, así como por el estrés y el cansancio. También se han notificado casos de estos trastornos tras la infección por COVID-19.
Las menstruaciones abundantes pueden definirse como un sangrado caracterizado por un volumen que puede interferir en la calidad de vida física, social, emocional y material de la persona. La amenorrea es la ausencia de sangrado menstrual durante tres o más meses seguidos.