La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía social se reunió el pasado mes de diciembre con el Papa Francisco en el Vaticano. El encuentro entre pontífice fue definido por Yolanda Díaz de muy emocionante. Lo que no está claro es el dinero que le costó a todos los españoles este viaje como tampoco es seguro el motivo de esta travesía. Según anunciaron entonces los miembros de su equipo, trataron el problema del cambio climático y la importancia del trabajo para la vida de los españoles. Sin embargo, Ejecutivo ha tachado de confidencial este encuentro negándose a revelar hasta en dos ocasiones el sentido de este viaje. Como tampoco ha revelado el coste que supuso el desplazamiento de la ministra. Todo un misterio que hace sospechar que ni objetivo del viaje es transcendental ni el costo ha sido bajo. Mientras el Gobierno se ampara en el carácter oficial del encuentro para evitar responder a estas preguntas.
Yolanda Díaz decidió acudir a visitar al Papa antes de que finalizara el año, así que viajó hasta el vaticano para reunirse con el Pontífice. El encuentro duró 40 minutos, un tiempo que la ministra calificó como «muy cordial» y «emocionante» en el que trataron distintos temas. A pesar de que el Gobierno se niega a revelar el sentido del encuentro, el equipo de la vicepresidenta sí reveló en aquel momento los temas que ambos había tratado. Así, aseguraron que en la reunión debatieron acerca del cambio climático y el trabajo. Pero, el Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez no ha querido confirmar nada.
El diputado del Grupo Mixto, Pablo Cambronero, no deja escapar ni una al Ejecutivo y en todas las medidas o acciones que considera un tanto sospechosas, no duda en preguntar al respecto. Así, es habitual que este guerrero político plantee ante la mesa del Congreso de los Diputados todas las cuestiones que considera que necesitan ser explicadas por parte del Ejecutivo. Y el viaje de Yolanda Díaz es un asunto que, para Cambronero, merece una pregunta. Así, el parlamentario presentó en un primer momento, exactamente el 15 de diciembre de 2021, una pregunta sobre esta cuestión. En ella planteaba varias cuestiones, desde los gastos derivados de la visita privada de la vicepresidenta a Ciudad del Vaticano, el motivo de la visita o si pensaban devolver al pueblo español el dinero que han gastado en dicho traslado. Asimismo, planteó que estos comportamientos podían ser objeto de procedimiento penal por malversación de caudales públicos.
Ante estas cuestiones, el Ejecutivo, sobre el objeto del encuentro, se limitó a contestar que se trataba de un viaje de carácter oficial y, respecto, a los gastos únicamente redirigió al congresista ante el Real Decreto sobre indemnizaciones por razón del servicio. Cambronero no se contentó con esta vaga respuesta y volvió a la carga de nuevo con un objetivo claro: saber qué pasó en ese viaje y cuánto dinero le ha costado a los españoles y las arcas del Estado. Así, el 15 de febrero de 2022 volvió a plantear la pregunta ante la Mesa de la Cámara, pero el Ejecutivo se ha limitado a lanzar la misma respuesta. Algo que el propio Cambronero ha considerado «otra falta de respeto a los ciudadanos y al Congreso» y ha calificado todo el asunto de «opacidad y despilfarro».
El viaje como tal no es un asunto que extrañe demasiado dado que otras políticas antes que Díaz también se han trasladado a Ciudad del Vaticano para protagonizar un encuentro con el Papa. Así, vicepresidentas como Soraya Sáenz de Santamaría, María Teresa Fernández de La Vega o Carmen Calvo también viajaron a la Santa Sede. Sin embargo, la diferencia es que todas sus antecesoras acudieron con un contenido específico y en representación del Gobierno. Sin embargo, Yolanda no tenía un tema detallado o, por lo menos, el Gobierno no quiere revelarlo. Y es que, en la agenda de la ministra únicamente se especifica que se trató de una audiencia privada. Lo que trataran de puertas para dentro el Papa Francisco y ella es todo un misterio. Los gastos, el personal que se destinó para este viaje y los medios aéreos que utilizaron también resultan toda una incógnita.
Lo que tampoco se sabe en qué empleo el resto de día, dado que tras finalizar la reunión la ministra permaneció en dicha ciudad ocho horas más. El pasado 10 de diciembre de 2021, Yolanda Díaz, acompañada de su equipo, viajaron hasta la capital de Italia para reunirse con el Papa. Lo hicieron un día antes de la reunión a pesar de no tener agenda alguna que cumplir en Roma y se marcharon más de ocho horas después del encuentro de la ministra de Trabajo en la Santa Sede. Es decir, para 40 minutos de audiencia privada, Yolanda Díaz y su gabinete estuvieron dos días en la ciudad eterna.
Eso sí, para Yolanda Díaz seguro que fue un viaje «chulísimo», que rompía con su rutina parlamentaria como ministra de Trabajo. Y más en un momento en el que se encontraba en plena negociación con los sindicatos y la patronal para tratar de llegar a un acuerdo sobre su medida estrella, su «chulísima» reforma laboral. El encuentro con el Pontífice supone un respiro en esta dura tarea. Además, cuenta con el respaldo del Gobierno quienes tachan de confidencial la reunión para evitar dar explicaciones. Todo ello mientras los españoles y el dinero público asumen los costes de un viaje del que cual no saben ni el precio ni el motivo.