El PACMA podría resucitar en Andalucía tras tres años de crisis

El Centro de Estudios Andaluces, dependiente de la Junta de Andalucía, pronosticó en su último sondeo que el PACMA podría entrar en el Parlamento autonómico con un representante al obtener el 2,3% de los votos. 

La formación animalista podría irrumpir en la primera línea del tablero político estatal, tal y como soñó en 2019. En aquel momento superó los 300.000 apoyos en las generales de 2019 y los rozó en las europeas, pero esta cifra no fue suficiente para obtener representación. 

Ambas decepciones llevaron a la dimisión de la que fuera su líder durante la década anterior, Silvia Barquero, que según su partido les llevó «a ser un referente político en la defensa de los animales, superar los 328.000 votos al Congreso y más de 1,3 millones al Senado, incrementar en más de 5.000 los afiliados y consolidar un proyecto que sin subvenciones ni ayudas públicas ha puesto los derechos de los animales en la agenda política del resto de partidos».

El PACMA reivindicó su influencia en «la prohibición del Toro de la Vega, la lucha infatigable contra la caza, que entre otros éxitos ha supuesto la salvación de miles de cabras en la Sierra de Guadarrama» o «la suspensión y posterior elevación al Constitucional de la actividad cinegética en Castilla y León».

Y en «la elaboración y presentación de la Ley de Protección Animal ‘Ley Cer’ a los diputados, las masivas manifestaciones que han atronado las calles de Madrid dando voz a los animales, la lucha infatigable contra los festejos taurinos y concretamente contra las becerradas será, entre otras muchas cosas, algo que siempre ligaremos a la figura del equipo de PACMA liderado por Silvia».

Barquero se mostró «satisfecha al constatar que desde el comienzo de mi andadura en PACMA hasta ahora, la conciencia y la sensibilidad de la ciudadanía ha aumentado de manera exponencial, reflejándose en los resultados de PACMA en las urnas y el crecimiento del partido en afiliados, recursos materiales y humanos. Aún recuerdo con añoranza las primeras reuniones en cafeterías, cuando no teníamos oficina siquiera, el día que alcanzamos el afiliado nº 1000, o la noche que superamos la barrera de los 100.000 votantes…».

Pero aseguró que llegó «a la conclusión de que es el momento de dejar mi cargo al frente de PACMA y dar paso a una nueva etapa en la que sean otras las personas que lideren el proyecto, que aporten nuevas propuestas, perspectivas e ideas». 

Y también se mostró «agradecida a todas las personas que habéis contribuido a que PACMA sea una referencia en la defensa de los animales en nuestro país. He aprendido del maravilloso equipo de personas con las que he trabajado para hacer nuestro sueño realidad, y estoy segura de que esas mismas personas, válidas, profesionales y comprometidas en la causa que compartimos, continuarán haciendo crecer PACMA hasta alcanzar la posición que merece».

LA ‘CARA B’

A nadie en el PACMA se le escapó que la dimisión de Barquero no estuvo motivada por los números electorales, sino por las acusaciones de corrupción de la corriente Iniciativa Asamblea PACMA, que le afeó que se marchase «sin una mínima autocrítica, sino que encima se elogia y se atribuye el mérito de todo. Buena muestra es que ni siquiera da una razón para su dimisión. Ni una sola. Pero todo es estupendo, y ella la que más«.

Y llegó a acusarla de corrupción: «Acorralada esta directiva corrupta por sus malas acciones y por la argumentación utilizada para cesar y expulsar personas críticas, se enfrenta ahora a una asamblea (que están retrasando hasta el infinito) donde los malos resultados electorales y el injustificable dispendio económico en que se ha incurrido por los ceses practicados van a ser muy difíciles de explicar».

Según Iniciativa Asamblea PACMA, Barquero, que soportó agresivas campañas de grupos cinegéticos, se embolsaba 1.700 euros mensuales de un partido que ahora podría resurgir por el sur después de que sus riendas las asumiera una nueva cúpula con acento andaluz: el cordobés Javier Luna, que preside el partido desde el pasado año, y la malagueña Cristina García, elegida vicepresidenta en la última asamblea.