Bolaños dice que cumplir la sentencia del 25% «no se discute»

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha garantizado que el cumplimiento de la sentencia del 25% de castellano en las aulas catalanas «no se discute» y ha recordado que el castellano es «lengua vehicular» en todos los territorios de España.

«La cuestión, que no se discute, es que las sentencias hay que cumplirlas, lo que nosotros hemos apoyado siempre es que el catalán, el euskera o el gallego son lenguas tan españolas como el castellano; lo que la Lomloe garantiza es que todos los alumnos salgan del sistema educativo con competencia plena en castellano y la lengua cooficial», ha asegurado Bolaños en una entrevista en Onda Cero.

El ministro de la Presidencia ha añadido que el «catalán es una lengua española como lo es el castellano» y, al ser preguntado, por su opinión acerca del decreto aprobado por el Govern catalán que evita fijar porcentajes, ha explicado que tendrá que ser el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) quien determine si garantiza el cumplimiento de su resolución judicial.

Bolaños ha recordado, no obstante, que ese decreto no cuenta con el apoyo del PSC y ha precisado que, al contrario, los socialistas catalanes sí han apoyado la Ley de política lingüística aprobada en paralelo y que «tiene el consenso del 80% del parlamento».

El ministro ha valorado de la citada ley que, «por primera vez en la historia se habla del castellano en el sistema educativo catalán como una lengua de enseñanza, como una lengua vehicular también». Para Bolaños ha sido «clave» que el sistema educativo «defienda el castellano y el catalán». En su opinión, «es importante, desde el punto de vista político» que «se reconozca en una norma con rango de ley que el castellano también es una lengua de enseñanza curricular y vehicular».

Bolaños ha hecho hincapié en que el objetivo de todas las leyes del PSOE es evitar el enfrentamiento con las lenguas y ha calificado de «irresponsable» que «partidos residuales se arroguen la representación enfrentando a Catalunya con el resto de España, intentando lanzar el catalán al resto de los españoles como si pasara algo difícil de entender». «En Catalunya se garantiza que los alumnos salgan hablando catalán y castellano igual que en Galicia, donde, casualidad, no hay ningún problema», ha añadido.