Es una buena noticia. La guerra interna de Indra ha sido uno de los eventos más polémicos que ha sacudido a la gran compañía en los últimos años. Algunos lo han calificado como una OPA encubierta del Gobierno y otros entienden que es una obligación del Estado el tutelar sectores estratégicos a través de grandes empresas. Pero el resumen de los expertos es que es «absolutamente necesario» que el país tenga cierto control sobre compañías clave para la defensa de España. E Indra es una de esas empresas clave. Y más ahora que las amenazas a la seguridad nacional se han disparado con el cambio en la geopolítica orquestado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está investigando ese proceso por el cual el Gobierno consiguió apartar a cuatro consejeros independientes. El resumen de lo ocurrido es simple. La Sociedad Estatal de Partipaciones Industriales (SEPI), SAPA Placencia y Amber Capital consiguieron poner patas arriba el consejo de Indra tras nombrar a Jokin Aperribay como consejero dominical por el grupo vasco y promover el cese de cuatro consejeros independientes. Esto ha provocado no solo que otra consejera dimitiera, sino que las acciones de Indra se desplomaran el pasado viernes 14,76% hasta los 8,63 euros. En cualquier caso, los expertos entienden que es una buena noticia que el Estado tutele compañías estratégicas en materia de Defensa. E Indra es una de las más importantes.
Los propios consejeros de Indra conocían perfectamente la intención del Gobierno
El sector privado no ha recibido con buenos ojos que el Gobierno lanzara esto que entienden como una OPA encubierta en la empresa, pero lo cierto es que desde hace meses se sabía la pretensión del Estado de controlar sectores estratégicos para el país. La Sepi ha comprado más acciones y ya se ha hecho con el 20% del control de Indra. Pero la idea es ir a más y llegar al 28%, algo que no es nuevo y que está siendo aplaudido en algunos sectores porque entienden que es necesario que en tiempos complicados el Gobierno tenga cierto grado de tutelaje y de control sobre compañía estratégicas. Los propios consejeros de Indra conocían perfectamente la intención del Gobierno de ampliar su participación en la empresa. Pero la sorpresa ha sido este pasado viernes cuando el consejo de administración echó humo tras apartar a cuatro consejeros independientes.
Hay libertad y el Estado no defiende lo contrario. El Ejecutivo, a través de la Sepi, no se ha hecho con el control total de la empresa ni tiene intención de hacerlo. Sí de tener un peso importante dentro de la toma de decisiones. La iniciativa viene de la mano de la necesidad del Gobierno de controlar sectores estratégicos en materia de Defensa y de mejorar la capacidad de respuesta del Estado a la hora de defenderse de las amenazas externas. El caso Pegasus o la invasión de Ucrania han dejado en evidencia que Occidente no vive ajeno a los ataques externos y se ha evidenciado la necesidad de mejorar la capacidad del Estado de tener una mayor capacidad tecnológica y estratégica para la defensa.
La reticencia del consejo de administración de Indra a que el Estado aumente su participación en la empresa (dado que tiene la intención de llegar al 28%) no ha gustado y ya son seis los consejeros independientes que han dejado su puesto. Aún así, el Gobierno espera que con el paso del tiempo se normalice lo que todos sabían desde hacía tiempo: que el Estado quiere hacerse con el 28% del consejo de administración de Indra. Y también esperan que desde Indra asuman que es necesario que el Gobierno tutele y tenga capacidad de acción en empresas de sectores clave.
Este proceso durará un tiempo y en el Estado lo tienen más que asumido. Este lunes Indra ha convocado un consejo extraordinario para intentar apaciguar los ánimos, pero la determinación del Gobierno en hacerse con un mayor porcentaje de Indra a través de la Sepi es inamovible. La compañía ha señalado que este consejo de urgencia para «proceder, entre otros asuntos, al nombramiento de miembros de sus comisiones e iniciar el proceso de selección de consejeros independientes». La intención de los consejeros que han aguantado en el consejo es normalizar la situación lo antes posible. Pero cuentan con que la entrada del verano será más caliente de lo esperado.
Indra es una empresa clave en materia de Defensa hasta el punto de que será la encargada de desarrollar parte del nuevo Eurofighter. Es clave para el Ejecutivo meter mano en en Indra porque ha arrancado un cambio de ciclo clave para mejorar sustancialmente la capacidad en defensa, empezando por duplicar el presupuesto que se dedica a las Fuerzas Armadas. La Cumbre de la OTAN se celebra estos días en Madrid en un contexto de guerra en el corazón de Europa. Queda claro para el Gobierno que es fundamental mejorar el presupuesto militar y mejorar la sincronía entre el Estado y las empresas más avanzadas en materia tecnológica.
