Si hay una fruta veraniega por excelencia esa es la sandía. Es refrescante, saciante, rica, sin apenas calorías puesto que es agua mayoritariamente… Pero en ocasiones, al ser tan consumida, se acaba estropeando o te encuentras con un montón de restos que puedes aprovechar para más cosas de las que imaginas. Vamos mostrarte ambas cosas, para sacar todo el provecho, más este año que su precio está por las nubes y hay que compensar y hacer uso de toda ella.
3LOS USOS QUE NO IMAGINABAS DE LOS RESTOS DE SANDÍA
El primero es usar esas cáscaras para hacerte una infusión. Para ello lo mejor es cortarla en pequeños cubos y sumergirlos en una olla con agua hirviendo. Tras unos minutos estará listo, tapas la olla y lo dejas reposando, añadiendo las especias que estimes. Las mejores son la canela y el limón. Sobre todo en verano, lo dejas enfriar y listo.
Esta misma infusión es perfecta como diurético y adelgazante, mezclando todo lo que hemos hecho con un jugo de naranja o piña.
