Aros de cebolla caseros: el truco para que estén mejor que los congelados

Los aros de cebolla son un complemento clásico, a la altura de los nuggets o las alitas de pollo, muy famosos por ser bastante consumidos en muchas cadenas de comida rápida. De un tiempo a esta parte, de hecho, también hay muchas marcas de productos precocinados que han hecho que se compren congelados para solamente tener que freírles. En cualquier caso, hacerlos caseros, por mucho que lleve algo más de tiempo, siempre resulta más saludable y sabroso.

Además, como explicaremos paso a paso a continuación, es un aperitivo muy sencillo de preparar.

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Cómo cortar la verdura para hacer unos aros de cebolla caseros

Cebolla: con propiedades antiinflamatorias y flavonoides

Para comenzar con esta fácil receta solo hay que pelar las cebollas, lavarlas bien y retirar su primera capa. La idea es que queden los suficientemente firmes como para que al cortarlas no se desmoronen. Por eso, si se trata de ejemplares grandes, mejor que mejor.

Acto seguido cada cebolla se corta en rodajas, que no sean ni muy gruesas ni especialmente finas. Lo más recomendable es calcular, aproximadamente, entre uno y dos centímetros de tamaño. Para que puedan comer cuatro personas, con dos o tres cebollas puede ser suficiente, más aún si se trata de un complemento a un plato principal.