Ecoembes «fulmina» a su CEO, Óscar Martín, por su ‘fallida’ gestión

El consejero delegado de Ecoembes, Óscar Martín, ha dimitido. Al menos es lo que él deja caer en su LinkedIn y en su entorno privado, pero la realidad es bien distinta. Esta sociedad anónima sin ánimo de lucro lleva meses envuelta en una pequeña guerra contra el Gobierno por la pretensión de introducir en el mercado del reciclaje español el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), ese por el que te dan dinero a cambio de que recicles algunos envases. Ecoembes ha intentado frenarlo de todos los modos posibles. Incluso ha tenido reuniones con políticos de determinadas comunidades para hacerlo, así como con altos cargos del Ministerio de Transición Ecológica. Sin embargo, el no poder frenar la entrada de este sistema se ha llevado por delante a Óscar Martín.

«Hoy quiero anunciaros mi decisión de dejar Ecoembes el 1 de enero de 2023 por motivos estrictamente personales. Han sido 25 años, 10 como CEO, dando el máximo a la que ha sido mi casa y ahora toca emprender nuevos caminos», ha asegurado Martín en su cuenta personal de LinkedIn. Esos motivos personales no han sido tan claros a nivel interno, dado que muchos entienden que la pelea por evitar que el sistema SDDR entre en España la ha perdido Ecoembes sin paliativos. En el sector ecologista celebran la dimisión de Martín y entienden que es una buena noticia que implica que el Gobierno ha asumido que el sistema de depósito, devolución y retorno ha llegado para quedarse. Por no hablar de que insisten en el hecho de que Ecoembes ya encara una nueva etapa con la introducción del sistema.

Recientemente, la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia ha tomado cartas en el asunto y ha abierto un expediente sancionador a Ecoembes. Y razones no le faltan. La Comisión ha abierto un expediente sancionador contra Ecoembalajes España, S.A. (Ecoembes), gestor del único del Sistema Integrado de Gestión de residuos de envases plásticos en España (SIG), por supuestas conductas constitutivas de un posible abuso de posición de dominio. Se trata de prácticas contrarias al artículo 2 de la Ley 15/2007 de 3 de julio de Defensa de la Competencia (LDC) y al artículo 102 del Tratado de funcionamiento de la Unión Europea (TFUE). Esto ha afectado también a Óscar Martín, quien no ha podido esquivar este nuevo ataque.

La dimisión de Óscar Martín ha tocado la imagen de la sociedad, pero en Ecoembes están absolutamente convencidos de que es necesario un volantazo para adaptarse a los nuevos tiempos. Ya ese monopolio del que presumía Ecoembalajes España no será como tal. En Alemania, indican desde Retorna, existen hasta 10 sociedades que se dedican al reciclaje (como presuntamente hace Ecoembes). En Portugal tres. Pero en España la situación es bien distinta. Quizá por eso solo se recicla en nuestro país nada menos que el 30% de los envases generados (cuando las compañías tienen la obligación de hacerlo con el 100%).

Ecoembes quiere ahora controlar la implantación de los sistemas SDDR. Si no puedes con el enemigo, ya sabemos el siguiente paso. Para esta nueva empresa, Ecoembes quiere contar con caras nuevas especialmente por lo que implicarán las relaciones con el Gobierno. El meter nuevos sistemas de reciclaje es una obsesión de las administraciones y para los ecologistas, más cuando se miran informes como el de Changing Markets. El problema es que pese a que Ecoembes se ha hecho a la idea y el Ejecutivo también, aún se están tomando con calma el hacerlo.

La dimisión del CEO de Ecoembes, vista por más de uno a nivel interno como un cese encubierto por la nueva etapa que afronta la sociedad anónima sin ánimo de lucro, supone un cambio de ciclo porque Ecoembalajes quiere relacionarse mejor con el Gobierno. Óscar Martín no ha sido capaz de cubrir esta demanda y esto ha llevado a la compañía, también motivada por el expediente de la CNMC, a invitar al CEO a la puerta de salida. Los ecologistas no esperan grandes cambios con respecto a Ecoembes, pero sí que entienden que al menos se reciclará un poco más. El SDDR es un avance.