Hoy en día lo raro es no encontrar a alguien con tatuajes, o con al menos uno pequeñito. Adolescentes, jóvenes, maduros e incluso mayores, tienen uno o varios. Por tanto en unos años serán muchos los que envejezcan con esta moda que cada vez crece más. Hasta ahora no se había hablado mucho de su daño, pensando en que no lo habría o sería testimonial, pero los últimos estudios harán que muchos no vayan a tatuarse o no vuelvan a hacerlo. Veamos las últimas evidencias.
7A ESPERAR
Falta el estudio a larga duración, pero si a corto plazo pasa esto, imaginemos tras años y años con tatuajes, algo que veremos con el paso del tiempo, ya que es sobre todo en esta generación cuando lo raro es no ver gente tatuada, y un buen porcentaje con casi todo el cuerpo tatuado. Estas personas irán envejeciendo y se podrá estudiar los efectos y qué secuelas les acarrea, obviamente comprobando que los tatuajes hayan sido parte directa o indirecta de esas dolencias, enfermedades y problemas metabólicos.
