Hoy día el teléfono móvil se ha convertido prácticamente en una extensión de nuestro cuerpo. Muchísimas personas padecen lo que se ha bautizado como “nomofobia” que describe la sensación de estrés y ansiedad que nos invade cuando salimos de casa sin nuestro smartphone o cuando no lo tenemos a mano. Nos hemos acostumbrado a tenerlo siempre cerca y llevarlo con nosotros incluso dentro de casa. Esto, además de ser un síntoma de dependencia que habría que afrontar, también puede acarrear problemas graves de salud y de higiene. Puede que nunca te lo hayas planteado, pero hay lugares a los que no deberías llevar nunca el móvil. Te lo detallamos a continuación.
LLEVARSE EL MÓVIL AL BAÑO
Otra costumbre habitual es llevarse el teléfono al cuarto de baño. En esta estancia los riesgos son múltiples, por ejemplo que se termine cayendo en el inodoro, en la ducha o en la bañera, y que entre agua en el interior. Pero aunque lo mantengamos lejos del agua, también es muy probable que se llene de gérmenes. Tan solo el hecho de tirar de la cadena estando cerca el teléfono o simplemente colocarlo sobre una superficie sucia, puede provocar que el aparato llene de bacterias. Esto es un problema porque después el móvil con las manos y a usarlo cerca de la cara.
