A Podemos se le agota el tiempo para tratar de echar a andar todas sus estrategias de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. El partido morado ahora está buscando voluntarios para que los ayuden a «defender» los votos en los colegios electorales de la misma manera que en Venezuela el chavismo instalaba los puntos rojos a pocos metros de los centros de votación para verificar quiénes eran las personas que votaban por ellos.
Desde la cúpula del partido morado han lanzado una convocatoria a través de las redes sociales invitando a todos sus seguidores a registrarse en una página web donde solicitan todos los datos personales: desde el DNI hasta la dirección de residencia y el código postal para alimentar una base de datos con la cual buscarán «voluntarios» para que estén el día de las elecciones defendiendo los votos de Podemos y de las candidaturas unidas.
La información la dio a conocer Lilith Verstrynge, secretaria de organización de Podemos, quien publicó en su cuenta de Twitter la información, con el enlace a la página web donde los interesados se pueden registrar, para que más adelante el partido se ponga en contacto con ellos y les digan a qué colegio electoral serán asignados para que participen como «defensores» e los votos, porque saben que el panorama que se les avecina no es nada alentador, debido a los números que muestran las más recientes encuestas publicadas en los principales medios de circulación nacional.
Para el partido morado el panorama se pone cada vez peor y sobre todo desde el pasado 2 de abril cuando salió al ruedo Sumar, la iniciativa política liderada por la vicepresidenta segunda de Gobierno, Yolanda Díaz, que ya amenaza con robarle a Podemos una buena tajada de electores, de cara a las elecciones generales de noviembre, pero que también podría restar parte importante d los votos en las autonómicas y municipales, si la también ministra del Trabajo no se decide a apoyar las candidaturas podemitas.
No obstante, todo parece indicar que al partido liderado por Ione Belarra e Irene Montero les ha llegado la encomienda con todas las técnicas implementadas por el chavismo en Venezuela, para hacerse poco a poco con todo el poder, pues la designación de personas afectas al partido como «vigilantes» para garantizar la protección de sus votos ha sido una táctica empleada durante muchos años por el régimen venezolano, que se ocupaba de instalar carpas adyacentes a los centros de votación, con la finalidad de intimidas a los votantes de otros partidos y verificar que sus simpatizantes acudan a los centros de votación.
La principal labor de estos «puntos rojos» del chavismo y que ahora busca imitar Podemos, era monitorear el flujo de votantes en los centros más importantes de las principales ciudades del país, para movilizar a los electores para que acudieran a ejercer el voto. Sobre todo durante las últimas horas de la jornada electoral, donde baja más la participación y es por ello que optan por elaborar bases de datos con la dirección e las personas, para acudir a los barrios a buscarlos e incentivarlos a participar.
Con estas medidas adoptadas por el chavismo en todos los procesos electorales, se garantizaban una participación máxima de electores simpatizantes, debido a que el mismo día de la elección además se encargaban de intimidar a los demás votantes que no son de su partido, lo que hace que las personas se ahuyenten de los centros de votación.
No hay que olvidar que Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero estuvieron durante muchos años -en la era de Hugo Chávez- dando lecciones ideológicas a los grupos del chavismo en Venezuela, que posteriormente derivó en la creación de los círculos bolivarianos armados que eran mantenidos por el régimen para amedrentar a la población.
Podemos está haciendo todo lo posible por mantenerse en el mapa político de España, pero su panorama es casi tan desolador como el que tiene Ciudadanos, donde la militancia ha decidido dejar de seguirlos. Una de las mayores demostraciones de fuerza que ha intentado vender el partido morado en las últimas semanas ha sido la recaudación de recursos a través de la figura de microcréditos para financiar su campaña, con la promesa de que ese dinero le será devuelto a los contribuyentes, una vez que el Estado les dé el dinero que les corresponde por los votos que obtengan en las elecciones del 28 de mayo.