Una fragata española al mando de un ejercicio de la OTAN en el Mar del Norte

El pasado viernes, la fragata de la Armada “Blas de Lezo”, el buque de mando de una flota de la OTAN de más de veinte buques de guerra que navegaba por el Mar del Norte, sufrió el ataque de un blanco aéreo supersónico rozaolas en el polígono de tiro de las Hébridas, Escocia. La tripulación española reaccionó con la agilidad y eficacia de quien tiene muchas horas de entrenamiento. En el Centro de Información de Combate (CIC) de la fragata el sistema AEGIS detectó con su radar la amenaza y segundos más tarde la tripulación lanzó un misil antiaéreo de alcance medio, SM-2. El misil “enemigo” fue destruido. Es el ejercicio ‘Formidable Shield’.

Desde el 29 de abril, en el que la fragata y el buque de aprovisionamiento para el combate (BAC) “Patiño”, partieron del arsenal de El Ferrol, participan en el ejercicio bienal ‘Formidable Shield’, que finaliza este viernes el 26 de mayo. Este ejercicio esta considerado el más importante de defensa aérea y anti misil de los que realiza la OTAN. Los ejercicios se llevan a cabo en los polígonos de tiro de Andoya (Noruega) y Las Hébridas (Reino Unido), ambos en el Mar del Norte.

Así mismo, el día 8 de mayo en el polígono de tiro de Andoya (Noruega), en el marco del mismo ejercicio, la fragata “Blas de Lezo” efectuó un lanzamiento de un misil anti-superficie Harpoon contra un blanco a la deriva. Este lanzamiento se efectuó en coordinación con un avión de patrulla marítima de otra nación aliada, que también lanzó otro misil. Es uno de los diversos ejercicios que realizan los buques y aeronaves de la OTAN y que les permiten mantener e incrementar su adiestramiento en el empleo de armas contra diferentes blancos, así como la coordinación con las unidades de otras marinas aliadas.

El Formidable Shield 23

Estos ejercicios de tiro se enmarcan dentro de las maniobras navales Formidable Shield 23, en las que la fragata Blas de Lezo y el buque de aprovisionamiento Patiño participan junto a otras marinas aliadas. El propósito de los ejercicios Formidable Shield es evaluar las capacidades de las naciones participantes, y demostrar su interoperabilidad, frente a amenazas complejas en escenarios de defensa aérea y anti misil lo más realistas posibles. Son una excelente oportunidad para llevar a cabo un adiestramiento avanzado de lanzamiento de misiles. La ejecución de un ejercicio conjunto y combinado de la entidad de Formidable Shield-23 ofrece la oportunidad de recrear un escenario complejo muy parecido al de un escenario real de alta intensidad, lo que multiplica el beneficio del adiestramiento.

Dos navíos de la Armada en el Mar del Norte

Esta es la segunda vez consecutiva que una fragata española actúa como buque de mando de la actividad Formidable Shield., lo que nos puede dar una idea de las capacidades y el prestigio que entre nuestros aliados tiene la Armada.

La relevancia de nuestra Armada en este ejercicio se ve reforzada por la participación del BAC “Patiño”, que tiene la misión de proporcionar el apoyo logístico a una fuerza naval internacional de notable envergadura, en la que navegan más de veinte buques de guerra. La misión principal del Patiño es la de apoyar logísticamente a la fuerza participante con combustible, para incrementar el tiempo de permanencia de los buques en la mar. Asimismo, el Patiño cuenta con un hospital y con capacidad de suministro de repuestos y víveres, caso de que fuera necesario su utilización.

La “Blas de Lezo”, además de realizar funciones de buque de mando, con el estado mayor embarcado que dirige el ejercicio, también ha lanzado misiles de superficie y antiaéreos para poner a prueba, una vez más, las capacidades de las fragatas F-100 como buque de defensa aérea y anti misil.

España es uno de los pocos países del mundo que cuenta con fragatas de fabricación propia equipadas con un sistema de combate norteamericano AEGIS, de extraordinarias capacidades, redundancia, y fiabilidad. Las excelentes capacidades de estas fragatas y el elevado adiestramiento de sus dotaciones, proporcionan a la Armada una capacidad de defensa aérea y antimisil imprescindible tanto para dar protección a otras unidades valiosas de la Armada como para complementar la cobertura del sistema de defensa aéreo nacional. Desde la entrada en servicio de la primera fragata clase ‘Álvaro de Bazán’ hace veinte años, estas unidades se han integrado con frecuencia en agrupaciones internacionales, en muchas ocasiones como buques de mando, favoreciendo y mejorando la interoperabilidad de nuestras unidades con las del resto de los países de la OTAN, y fomentando la seguridad colectiva.

Esta participación tan destacada de la Armada en estas maniobras navales muestra el firme compromiso de España con la política de disuasión y defensa de la Alianza, para garantizar la paz, la seguridad mundial y la legalidad internacional, además de fortalecer la imagen de nuestras fuerzas armadas en el contexto internacional.