Pablo Iglesias dejó a inicios de 2021 la vicepresidencia del Gobierno de España en manos de Yolanda Díaz, a la que aconsejó formar su propio equipo y la que recomendó fichar como jefe de Gabinete a Josep Vendrell, que acababa de salvar por sorpresa los muebles de los comunes tras dirigir con tino la campaña de las autonómicas a finales de 2020.
El ex de Iniciativa per Catalunya se convirtió en sombra de Yolanda Díaz y, a la larga, en clave de la ruptura de Podemos con la última confluencia que mantenía viva, la Catalunya en Comú, liderada de facto por la alcaldesa en funciones de Barcelona, Ada Colau.
La edil barcelonesa, a diferencia de Manuela Carmena, Compromís o Íñigo Errejón, era la única dirigente con poder territorial que se había mantenido fiel a Pablo Iglesias en los siete años que éste lideró Podemos.
Pero ese feeling ha saltado por los aires de la mano de Vendrell, que ahora tutela la ambigüedad del yolandismo tras haber sido capaz de pedir un referéndum que pudiera posibilitar la independencia catalana.
«Cualquier opción: independencia o una nueva relación de Cataluña con el Estado o el mantenimiento del estatus actual requiere diálogo, negociación y legitimidad social y democrática. Ni las vías unilaterales ni las imposiciones pueden solucionar la cuestión catalana. Y en este sentido, la mejor vía y la más democrática es el referéndum», aseguró.
PALOS EN LAS RUEDAS
Pablo Iglesias apuntó en la Cadena SER a los comunes por su postura a la hora de negociar: «Uno de los problemas que tiene el espacio político de Unidas Podemos es de tipo territorial. Hay tres territorios, donde hay tres fuerzas políticas que están diciendo abiertamente ‘con Podemos, no’: Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña. Allí hay tres partidos de ámbito territorial (en referencia a Más Madrid, Compromís y los Comunes), que dicen ‘aquí nosotros solos'».
«No es que estén vetando a puestos de Podemos, es que están diciendo que van solos. Creo que nadie debería asumir esa posición de suficiencia», señala el vicepresidente del Gobierno, que opina que «las elecciones no están perdidas» para su espacio, «pero los que se ven omnipotentes tienen que ser más sensatos».
Iglesias, en un reciente artículo publicado por Ara, que «la derecha sabe que la tesis de Podemos de apostar por una alianza con ERC y Bildu para armar una dirección de transformación del Estado en clave republicana, es la única posibilidad de superar su estructura de poder madrileñocéntrica y monárquica que convocaría además a sectores económicos históricamente excluidos del poder de Madrid».
Los comunes, en voz baja, deslizan que Podemos negocia con ERC y en público, a través de su portavoz autonómico David Cid, ha negado que hayan intentado dejar fuera de la lista a los morados: «Nos han sorprendido algunas declaraciones públicas que no son ciertas y no responden a la realidad».