Miguel Oliver espera que la indemnización por despido frene su salida de Metro de Madrid

Se llama Miguel Oliver y está deseando sobrevivir a unas nuevas elecciones para convertirse en un superviviente más de la Comunidad de Madrid. Es el director de Comunicación y Marketing de Metro de Madrid, tiene un sueldo de 90.000 euros brutos al año y consiguió sobrevivir a la llegada de Isabel Díaz Ayuso dos veces… y ahora va a por la tercera. Su puesto depende de la Consejería de Transportes. La esperanza de Oliver es que a la empresa pública le frene la idea de tener que pagarle una indemnización de más de 35.000 euros. Pero de momento no parece una cifra muy elevada para frenar su salida. Dircom de Metro es un puesto muy goloso, tal y como aseguran desde Sol, para dejarlo en manos de alguien que no es del partido.

Le colocó Ángel Garrido y no se atrevió a tocarle David Pérez cuando sustituyó al primero, pero Miguel Oliver, pese a venir de la mano de Ciudadanos y a no tener lazos con el PP, consiguió sobrevivir publicando esos «simpáticos» stories en horario laboral. Ahora llega un nuevo momento de tensión y nadie en Sol sabe asegurar si seguirá o no. Lo que sí está claro es que tiene un «padrino» que se llama Miguel Ángel Rodríguez, tal y como detallan desde la Comunidad de Madrid, que ha permitido que siga en su puesto de trabajo.

El Marca y el As han decorado la mesa del despacho de Miguel Oliver en más de una y más de dos ocasiones. Son casi los «incontestables» de este periodista deportivo que tuvo la suerte de dedicarse a Metro de Madrid gracias a Ángel Garrido. Junto con Oliver, llegaron mujeres como Cristina Sánchez Masa, quienes supieron trabajarse «con ahínco» un puesto importante dentro de la empresa por la gracia de Oliver. Pero lo cierto es que ahora mismo vuelve a estar en riesgo no por su trabajo (ilustrado en sus stories), sino porque en Sol quieren disponer de este cargo a dedo que cobrará más de 90.000 al año.

Ahora mismo, Miguel Oliver está aferrado a su indemnización porque políticamente está completamente fuera de juego. No hay nadie en Sol que quiera contar con él ni tiene amigos en las altas esferas. Tiene un puesto muy goloso y la fama de leer el Marca y el As más de lo que le gustaría al presidente de Metro de Madrid, David Pérez, quien ya ha augurado en círculos internos que seguirá como presidente de la empresa pública durante un tiempo más hasta que Sol decida tomarle el relevo. Oliver, sin embargo, confía en que puede pasar desapercibido y en que la indemnización por despido improcedente puede seducir a Sol de dejarle en el despacho al que tanto apego le ha cogida.

Oliver quiere aguantar todo lo posible porque cuanto más lo haga más cobrará de indemnización cuando le quieran apartar. Su trabajo brilla por su ausencia y en los grupos de Whatsapp del PP, aquellos con más años de experiencia y aquellos que han compartido despacho con Miguel Oliver durante la etapa en la que Ángel Garrido, expresidente  de la Comunidad de Madrid, era el mandamás de Sol, no dejan de circular las imágenes que comparte el propio Oliver en sus redes sociales en las que lee cómics en horario laboral.