Pedro Sánchez se anima a su segundo «acto kamikaze» y ve con buenos ojos la repetición electoral

La culpa de todo la tiene, como siempre, las encuestas que maneja a nivel interno el partido. Pedro Sánchez sabe que la gobernabilidad está complicada, dado el resultado obtenido el 23-J. Y el hecho de que Carles Puigdemont esté apretando las tuercas más de la cuenta ha llevado a los socialistas a explorar nuevas opciones como la de la repetición electoral. El PSOE maneja unas encuestas y tracking internos que hablan de que podrían mejorar considerablemente el resultado obtenido en estas elecciones generales. Con estos últimos datos, Pedro Sánchez, acostumbrado a lanzar estrategias kamikaze, empieza a ver con buenos ojos el ir a elecciones en invierno para que por una vez por todas los españoles voten «bien». Pero hay un enemigo delante que asusta. Vox se hunde y el PP podría sacar un resultado mucho más peligroso para los intereses del PSOE.

La culpa de todo la tiene el último tracking interno que ha circulado por todo el partido en este mes de agosto y que habla de que el PSOE no solo no caería en caso de una repetición electoral, sino que subiría mucho más. Los datos obtenidos, que no se han filtrado del todo aún, dejan claro que los únicos perjudicados con una repetición electoral serían precisamente los partidos minoritarios que ejercen de muletas de los tradicionales. La clave para Pedro Sánchez está en el voto independentista y nacionalista, donde él se mueve con mucha más libertad que el PP, encorsetado por su resultado electoral y por la imposibilidad de combinar a Vox con otras formaciones del Congreso lejos de Coalición Canaria, quienes funcionan en todos los sentidos y con todas las formaciones habidas y por haber. El PSOE juega con esta idea como plan B, pero cada vez se ve más apoyada por este tipo de encuestas internas que hablan bien de los intereses de Pedro Sánchez. Pero el plan A sigue siendo hablar con Puigdemont y llegar a un acuerdo lo antes posible.

El líder socialista está de vacaciones y de momento solo mantiene cierta conexión con esta idea con su cúpula más cercana. Santos Cerdán sigue operativo y sigue controlando de la mano de Sumar las negociaciones para ver qué opciones manejan. No hay que olvidar que es el partido rosa el que está negociando con Junts, pero tampoco hay que olvidar que Carles Puigdemont tiene claro que sin amnistía y referéndum no habrá ningún acuerdo con el PSOE. La nueva estrategia seguida por los socialistas tiene más que ver con el hecho de que hay que demostrar a Puigdemont que él saldría mucho más perjudicado si hay una repetición electoral que cualquier otro partido. Pero no parece por la labor, al menos de momento.

PUIGDEMONT TENSA LA CUERDA

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no está siendo especialmente fácil para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Los ánimos en Ferraz están tensos mientras el líder socialista se pasea por Lanzarote con un outfit más comentado que cualquier otra cosa. Los últimos contactos tomados por Sumar con Carles Puigdemont, líder de Junts per Catalunya, dejan claro que no será fácil que los independentistas pasen por el aro. De hecho, en Ferraz ya sudan la gota fría mientras que la cúpula del PSOE está con el ojo puesto en la repetición electoral. La buena noticia para los socialistas es que las últimas encuestas y tracking internos del partido hablan de que Pedro Sánchez mejoraría los resultados actuales. Pero Puigdemont tiene claro que no va a regalar su apoyo a cualquier precio, sino que exigirá lo que todos saben: referéndum por la independencia y amnistía para todos.

Mientras Pedro Sánchez está de vacaciones, en Moncloa tan solo hay un par de funcionarios bien pagados que llevan sus redes sociales y que se dedican a hablar del «día mundial de…» cualquier cosa que toque. Sin embargo, en Sumar y en Ferraz la maquinaria de negociación sigue en marcha. El partido de Yolanda Díaz ha mandado a Ernest Urtasun a mantener conversaciones con un Puigdemont que no tiene ninguna intención de doblegarse a la presión de los socialistas, también trufada de constantes interferencias en áreas judiciales. Mientras los mensajes que llegan a Ferraz sobre la negociación con Junts per Catalunya son realmente desalentadores, en Moncloa están convencidos, los pocos que quedan, que saldrán adelante porque a Junts no le conviene una repetición electoral. Esta idea ha medrado entre los altos cargos del PSOE, pero no tanto en el resto de miembros del partido que ven que Puigdemont está dispuesto a llegar hasta el final.