La investidura de la socialista María Chivite este pasado mes de agosto convirtió en cadáver político a Javier Esparza, que ganó en mayo sus terceras elecciones autonómicas y se marchó por tercera vez al banco de la oposición.
El líder de UPN sobrevivió a las elecciones de 2015 porque su partido sabía que el mal resultado se debía a la herencia recibida de los expresidentes Miguel Sanz y Yolanda Barcina; y a las de 2019 porque su proyecto Navarra Suma recuperó el poder municipal perdido y fue advertido como modélico por el entonces muy fragmentado centro-derecha español.
Pero las de 2023 parecían ser el certificado de defunción de Esparza, que este año apostó por romper relaciones con el PP y vio cariacontecido que UPN, por primera vez sin los ‘populares’ en unas generales tras más de cuatro décadas, se convertía en cuarta opción en Navarra el pasado 26J.
Esparza intentó rebajar el ruido interno anunciando que no volvería a ser candidato en 2027, pero deja la puerta abierta a imponer una bicefalia modelo PNV, con él como presidente de UPN y otra persona como candidato o candidata.
LA CANDIDATA PERFECTA PARA ESPARZA
La moción de censura en Pamplona ha abierto una solidaridad conservadora hacia Cristina Ibarrola, que fue la gran apuesta de Esparza para intentar retener la alcaldía de la capital y ahora podría ser su pareja en el ticket electoral que podría pretender imponer en el próximo Congreso.
No lo tendrá fácil el líder regionalista porque en la Ribera andan cocinando una rebelión liderada por el controvertido alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, célebre porque en la pasada legislatura tuvo que devolver unas dietas que cobró de forma indebida y por ser el responsable de que el municipio que lidera pagase más de 400 euros en cubatas en las pasadas fiestas de la capital ribera.
ANTES Y DESPUÉS
Calla Toquero y hablan Esparza e Ibarrola. El presidente de UPN afirma que la moción «es un antes y un después en la política navarra y en la política española, porque así como hasta ahora el Partido Socialista sí se había beneficiado de los apoyos de EH Bildu para alcanzar las instituciones -tanto María Chivite como Pedro Sánchez- pero nunca antes el Partido Socialista le había dado una institución tan relevante como el Ayuntamiento de Pamplona a EH Bildu».
«Yo a María Chivite le ofrecí ser presidenta, sentarnos en una mesa para hablar de la gobernabilidad y de la estabilidad de esta tierra y ni siquiera se sentó. Por tanto, eso es lo que están haciendo ellos, que dicen que no van a hacer alcalde a Joseba Asirón y después le hacen alcalde mintiéndonos absolutamente a todos. ¡Es que no tienen palabra! ¿Para qué nos vamos a sentar en una mesa? ¿Para que vuelvan a mentirnos? ¿Para que vuelvan a engañarnos? ¿Para que vuelvan a insultarnos? Pues obviamente, para eso no nos vamos a estar», añade en la Cadena SER.
UPN ha anunciado que rompe todos sus vínculos con el PSN-PSOE, pero en la polémica Junta de Bardenas sigue en pie el eterno pacto entre regionalistas y socialistas, que también gobiernan al alimón el municipio de Orkoien, sito a apenas 5 kilómetros de Pamplona.
Más polémico es el pacto de UPN con Euskal Herria Bildu en el Ayuntamiento de Andosilla, gobernado por mayoría absoluta por los regionalistas, que otorgan una concejalía a la coalición abertzale en aras de la pluralidad.
PERFIL DE IBARROLA
Cristina Ibarrola (1969), licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra y Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, llegó al Ayuntamiento de Pamplona con su experiencia política previa como parlamentaria foral y portavoz de la Comisión de Salud, unas responsabilidades que ejerció desde junio de 2019 hasta este mes.
Médico de Atención Primaria y del Servicio Navarro de Urgencias entre 1997 y 2007, a partir de ese año entra en el ámbito de la gestión pública, un terreno en el que siguió ejerciendo desde diferentes destinos hasta su entrada en el Parlamento foral. Entre otras responsabilidades ha sido directora de Atención Primaria del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea; directora general de Salud de Gobierno de Navarra, y directora-gerente del Servicio Navarro Salud-Osasunbidea.
Además de su licenciatura y su especialidad, ha cursado el programa de Alta Dirección en Instituciones Sanitarias (IESE, 2008), un posgrado en Evaluación de Tecnologías Sanitarias por la Universidad Pompeu-Fabra (2016) y un Máster Universitario en gestión y planificación sanitaria para Directivos de Salud por la Universidad Europea de Madrid (2018).